Sin importar que una parte de sus clientes lo siga llamando Bancomer, el director general de BBVA México, Eduardo Osuna, dice que más allá del revuelo que sigue generando su cambio de marca, el banco está enfocado en mejorar su servicio. En entrevista con El Universal, el directivo comenta que, más allá de la construcción de más sucursales –como busca el Gobierno a partir del Banco del Bienestar–, le gustaría una estrategia enfocada en el área digital. Resalta que se prevé una recuperación de inversiones este año, aunque mantiene cautela ante el efecto del coronavirus.En 2020 se esperaba una recuperación, pero ¿el coronavirus cambia el escenario?Hay diferentes análisis sobre el tema de que puede ser un efecto temporal, pero con impacto en el crecimiento global; ese es el escenario central. Localmente lo que estamos viendo es un año de mayor crecimiento respecto a 2019. Primero, a nivel económico hay cosas que ya se resolvieron, empezando por el T-MEC. También hay que decir que México puede sacar provecho de lo que está ocurriendo en estos momentos en el mundo, tanto de las guerras comerciales e incluso del coronavirus. En esta vulnerabilidad de tanta dispersión de plantas, México podría salir favorecido. Estamos viendo síntomas de que la inversión privada se puede empezar a recuperar y no hablando solamente de la inversión privada extranjera ligada al T-MEC.¿Están viendo más certidumbre en política económica?Hay cosas muy positivas: la disciplina fiscal es una de ellas; estamos viendo una política monetaria que está bajando tasas, que puede ayudar al crecimiento. Sin duda, lo que hemos estado viendo del Plan Nacional de Infraestructura, en la medida en que esto se empiece a materializar, generará mucha derrama económica. Se ve un mercado muy importante que está en América del Norte y eso tiene su valor. ¿Qué nos gustaría ver? Que los proyectos de energía van para adelante.¿Qué contestaría a la crítica del presidente de que los bancos no están donde no hay negocio y cómo empatar con la estrategia de más sucursales del Banco del Bienestar?Los bancos estamos llegando al 96% de la población adulta de este país por diferentes canales. No solamente la infraestructura física propia de los bancos, autoservicio, sucursales, corresponsales y mundo digital. Un cliente nuestro, en cualquier punto en el que esté, tiene cobertura. Esta parte en la cual no llegamos al total de los municipios habla de la complejidad de México; hay muchos municipios muy pequeños que no tienen la masa crítica para que la banca llegue, pero es que no llegan muchos servicios básicos de infraestructura. Uno de los grandes retos es cómo integramos a esa población que hoy tiene un déficit de servicios y en el que el bancario quizá no sea el más relevante. El tema del Banco del Bienestar, en la medida en que tenemos capacidad de llegada con otro canal de distribución, bienvenido. Lo que queremos es mayor capacidad de llegar a esas comunidades y debe ser muy complementario a lo que la banca comercial esté haciendo junto con la banca de desarrollo. A mí me gustaría ver más una apuesta por la tecnología que por el mundo físico, porque la apuesta por la tecnología además te hace ser más eficiente y nos ayuda a algo que tendría que ser una agenda de todo el mundo: el combate a la informalidad.La Secretaría de Hacienda ya dijo que prepara una reforma financiera. ¿Hace falta otra después de la de 2014?Muchas veces la regulación va mucho más atrás respecto a la velocidad de la tecnología y de la innovación de la banca. Nunca es mal momento para reflexionar qué tenemos que cambiar para facilitar el proceso de otorgar más crédito, de llegar a más clientes con los productos que tenemos, y no solamente por la velocidad, sino porque el mundo está cambiando. Hay buenas prácticas en el mundo y no hay razón para no adoptarlas. Me parece que todo este debate que hemos tenido con la autoridad va en el sentido correcto.El cambio de nombre y el revuelo que hicieron con su nueva campaña, ¿no hay preocupación por que una parte de sus clientes lo quiera seguir llamando Bancomer?Lo que más interesa no es que nos llamen de una forma o de otra, sino que tengan un muy buen servicio. Nuestro mayor enfoque y lo más importante no es cómo te llamas, sino cuál es la experiencia del cliente en términos de la interacción con nosotros. Lo que más nos interesa es que haya una claridad simplemente en quienes somos. Si alguien nos quiere seguir llamando Bancomer o BBVA, como en muchos otros cambios de marca en muchas empresas en el mundo, la experiencia te dice que es un tema de adopción gradual. Tomamos la ruta de que la entidad se pronuncie de la misma forma en todos los países donde operamos, por eso hemos invertido en cómo se pronuncia la marca.