Las arcas comunitarias no tienen apenas margen para los imprevistos, sobre todo ahora que se cierra un marco financiero plurianual (2014-2020). Por eso, la Comisión Europea ha tenido que recurrir a algo parecido a un arreglo contable para ofrecer ayuda económica a los socios frente al coronavirus. Aunque se anunció un fondo de unos 25.000 millones, la cifra no es ni tan abultada ni se trata de dinero adicional.En realidad, Bruselas permitirá a los Estados retener unos 7.500 millones de prefinanciación que habían obtenido de fondos estructurales, pero que no habían gastado por no ofrecer la cofinanciación nacional requerida para los proyectos. A través de un cambio legal que llegará en los próximos días, el Ejecutivo comunitario permitirá entonces que los Estados miembros usen este dinero como su parte de cofinanciación nacional para nuevos proyectos comunitarios que reciban en los próximos meses. Atendiendo al ratio de cofinanciación na-cional, Bruselas espera que esto desbloquee unos 18.000 millones adicionales de gasto con fondos europeos. El cambio legislativo de los próximos días también permitirá que este dinero se destine al apoyo de pymes, los sistemas de salud, o los trabajadores afectados por la pandemia.