En el sector energético se habla desde hace años de la convertir España en un hub de gas, aprovechando su buena situación geográfica y su infraestructura gasista, en la que destacan siete plantas regasificadoras. Sin embargo, la idea chocaba con el escaso desarrollo del mercado global de GNL, con un sistema de gestión de las regasificadoras muy rígido y con unos peajes muy elevados; como resultado, a finales de 2017 se usaba el 25% de la capacidad de estas plantas y sólo se cubrían el 65% de sus costes.La situación cambió radicalmente el año pasado, en el que la abundancia de GNL las puso a funcionar a pleno rendimiento, con constantes descargas del hidrocarburo, porque los operadores lo han acumulado para aprovechar sus bajos precios. Este 2020 la abundancia de GNL se mantiene –las regasificadoras están saturadas de peticiones de buques metaneros– y hay otros elementos que auguran un auge de las regasificadoras, como la aparición de nuevos negocios, tal que el abastecimiento a naves que consumen gas. Además, la CNMC ha impulsado una reforma del funcionamiento de las regasificadoras, con peajes más baratos y más diferenciados por servicios, y ha lanzado lo que se conoce como tanque único, esto es, operar su capacidad como un único espacio virtual, para que los agentes puedan contratarlas con independencia de donde se efectúen las operaciones físicamente. Tanque únicoEl tanque único entrará en vigor el 1 de abril y, aunque puede encarecer y dificultar la gestión del sistema, debería introducir más competencia y facilitar que España se acabe convirtiendo en un hub de GNL. Se trata de una iniciativa pionera en todo el mundo, para la que MibGas también se ha preparado, ofreciendo la posibilidad de contratar GNL, algo también pionero y con un desarrollo aún modesto: en febrero se negociaron 200 MWh de GNL, poco más del 5% del volumen de gas negociado en el mes.