Ibercaja duplicó el año pasado sus beneficios gracias al aumento de las comisiones por la comercialización de fondos y planes de pensiones y por la falta de costes extraordinarios. La entidad ganó 84 millones en 2019, frente a los 40 millones de 2018 (año en el que realizó una hucha para despidos de 56 millones).La entidad aragonesa, que pretende salir a bolsa a finales de 2020 o principios de 2021, pese al aumento de los resultados, mantiene unos niveles de rentabilidad bajos, por debajo de la media nacional. Su retorno sobre recursos propios (ROE) se sitúa por debajo del 3%. El conjunto del sistema cuenta con casi el 6% de rentabilidad. Pero, el grupo zaragozano incrementó sustancialmente los niveles de solvencia, hasta colocarlos en el 11,4%, muy por encima de las exigencias regulatorias.Ibercaja destaca que el año pasado aumentó un 13,6% la facturación por las comisiones ligadas a fondos de inversión, seguros de riesgo de no vida y planes de pensiones, impulsada por el crecimiento de las aportaciones y la revalorización de los mercados. Esta partida también se vio beneficiada por unas comisiones de éxito de 22 millones.La evolución de las comisiones pudieron compensar casi en su totalidad la bajada del margen de intereses, en un 4,4%, lastrado por el descenso de la actividad crediticia y el euribor en negativo. Las cuentas incorporan dotaciones adicionales para acelerar la limpieza de su balance. El grupo financiero explica que en 2019 las ventas de carteras de activos deteriorados le supusieron un impacto negativo de 44 millones. Además, elevó las coberturas para activos tóxicos con una provisión de 50 millones.La entidad cerró el ejercicio con créditos morosos e inmuebles adjudicados por importe de 1.918 millones, lo que supone un descenso del 37% con respecto a diciembre del año anterior.