Una plantilla que ha rebasado el millar de trabajadores y una cartera de pedidos que ha crecido en 1.300 millones en el último año y medio. Son cifras que dan buena cuenta del momento dulce que vive Stadler Valencia, la fábrica de trenes y locomotoras radicada en la localidad de Albuixech (anteriormente Vossloh, Alstom y Macosa).Tras un primer año de dudas con los dueños suizos al frente de la compañía -que en todo 2016 no lograron cerrar nuevos encargos para la factoría-, la enseña acumula tres años de crecimiento exponencial que le obligan ahora a ampliar sus instalaciones. Y no solo eso: si la industria accede a los grandes contratos para renovar la flota de Renfe por los que pugna, podría llegar incluso a duplicar su número de empleados para situarse en alrededor de 2.000, según ha podido constatar elEconomista.Una pista sobre el gran crecimiento que está experimentando llegó la pasada Navidad a través de una nota de prensa de la Generalitat. En ella la Administración desglosaba las ayudas a grandes empresas que había repartido la Conselleria de Hacienda, de las que más de 1,5 millones correspondían a la histórica fabricante de material rodante ferroviario. El dinero, según explicaba el Gobierno valenciano, se concedía por una inversión ya realizada por parte de la empresa de un total de 3,7 millones en mejoras para aumentar su capacidad productiva y mejorar la eficiencia energética. Como consecuencia de estas mejoras la compañía contemplaba la creación de 400 puestos de trabajo.300 trenes en 18 meses¿400 empleos de golpe? ¿A qué responde exactamente un incremento tan significativo? Preguntadas al respecto, fuentes oficiales de la compañía rehúsan a ahondar sobre esta cuestión y se remiten a "los comunicados oficiales que realiza Stadler" para conocer la marcha de la compañía. En efecto, los mismos son un buen termómetro de la acogida de sus productos en el mercado internacional. Raro es el mes en el que Stadler Valencia no anuncia un nuevo pedido de decenas de trenes o locomotoras para mercados de todo el mundo.¿Pero de qué cifras estamos hablando exactamente? Según ha podido constatar este medio, en el periodo comprendido entre julio de 2018 y diciembre de 2019 -18 meses- la industria ha firmado más de 20 contratos por cerca de 300 vehículos que representan un volumen de 1.300 millones.Tales factores y una exitosa política comercial explican el crecimiento que está experimentando Stadler Valencia durante los últimos meses, que le ha permitido rebasar la cifra simbólica de los mil trabajadores. La compañía hacía años que no alcanzaba el millar de empleados, aunque sí se movió alrededor de estas cifras en anteriores periodos de bonanza.Pero todos estos datos podrían ser rebasados ampliamente si la compañía valenciana logra su gran aspiración: la de acceder a los contratos de Renfe en el marco de la gran renovación ferroviaria que va a realizar el Gobierno de España. Stadler, como todo el sector, se frota las manos con los contratos millonarios que ultima el país para la renovación de sus ferrocarriles. El principal con el que sueñan es el de trenes de gran capacidad -por más de 2.700 millones de euros-, seguido del de trenes regionales -alrededor de 750 millones-, y de los de cercanías y ancho métrico -ambos próximos a los 300 millones-.Como es obvio, tanto Stadler como el resto de grandes fabricantes radicados en España -CAF, Talgo, Alstom o Bombardier- se juegan muchísimo en estas adjudicaciones, en las que parten con ventaja respecto a compañías de otros países. La enseña que se haga con el mayor de los contratos o con varios de ellos experimentará un cambio sustancial en la planificación de sus próximos ejercicios, y por lo que respecta a Stadler, la firma ya ha trazado su hoja de ruta para enfrentarse, si se da el caso, a esta revolución.La mercantil ha comprometido 11 millones de euros para la introducción de mejoras en sus instalaciones de Albuixech, entre las que se encuentra la construcción de un nuevo edificio de oficinas. Las que tendrán lugar en la fábrica contemplan la prolongación de hasta tres naves con la intención de hacerlas más largas para facilitar la producción de trenes.También ampliará sus playas de vías para probar los vehículos, y todo ello se hará en función de cómo evolucionen los pedidos. Los 400 nuevos empleos que revelaba la información sobre las ayudas de la Conselleria de Hacienda correspondían a nuevos empleos directos que podrían crearse entre el presente 2020 y 2021, pero en función del éxito con los contratos de Renfe esta cantidad podría ser muy superior. Hasta el punto que la compañía contempla, si fuera necesario, hasta doblar su plantilla para situarse en los 2.000 empleos.