La fábrica de Nissan en la Zona Franca de Barcelona producirá este año, en el mejor de los casos, 42.000 unidades, un 21% de su capacidad de 200.000 coches al año. El presidente del grupo japonés en Europa, Gianluca de Ficchy, reconoció al Comité de Empresa en una visita a Barcelona hace un par de semanas, que con la producción actual la planta no solo no es rentable, sino que "no es sostenible". Hace unos meses, la dirección de Nissan recabó el apoyo del Gobierno central y de la Generalitat, que trabajan discretamente en un comité en el que participan, además de la empresa, el Ministerio de Industria y la Consejería de Innovación de la Generalitat. La pretensión es buscar fórmulas para hacer atractivas las instalaciones a los máximos directivos de la multinacional en Tokio para que asigne algún nuevo modelo con futuro. Desde el Comité de Empresa se especula con el nuevo SUV eléctrico que planea Nissan. La matriz en Japón no ha desvelado sus intenciones. Aunque, si bien es cierto que no ha declarado que tenga previsto un nuevo modelo para Barcelona, nunca ha dicho que rechace tal posibilidad. Pero las cifras son contundentes La planta terminó 2019 con una fabricación de 55.405 unidades, el 28% de su capacidad. Este año ha arrancado con un modelo menos, la furgoneta NV200 de combustión, que han sido sustituida por la NV250, que se ha concedido a una planta de Renault en Francia. Además, en el lapso de un mes, se ha comunicado que se rescinde la producción a partir de mayo de la pick-up de Mercedes –unas 8.000 unidades– y que se bajará de 102 a 60 eNV200 diarias después de Semana Santa, lo que implica un 40% menos. Desde Nissan explican que el recorte se lleva a cabo por un exceso de stock y podría recuperar parte de la producción si aumenta la demanda. Aunque no hay previsiones de cuántas unidades de la furgoneta eléctrica se montarán en el conjunto del año, parece improbable que se superen las 10.000 frente a las 13.000 del año pasado. Así, la factoría dejará de montar este año unas 15.000 unidades, por lo que las 42.000 unidades que anuncia la dirección a los sindicatos pueden ser una previsión optimista. Para calmar los ánimos, Ficchy se ha comprometido a que antes de verano Nissan presentará un plan industrial para la factoría catalana. Los trabajos de la Comisión tripartita pretenden influir en esa futura decisiónSin embargo, el futuro de la planta va más allá de la mera adjudicación de modelos; está ligado a la definición estratégica de qué quiere hacer Nissan en Europa. La marca japonesa ha perdido un 30% de ventas de turismos en Europa (UE+Efta) en dos años, de 566.200 coches de 2017 a 394.100 el año pasado, cuando el mercado europeo ha aumentado un 4,5%, según Acea, la patronal del automóvil europea. Eso ha supuesto que, en turismos, Nissan ha bajado de una cuota de mercado del 3,77% al 2,5%. El máximo en cuota de mercado en Europa lo obtuvo la japonesa en 2015, con un 3,9%. Unas cifras que pueden cuestionar la continuidad de la marca en el mercado europeo. Ficchy ya ha comunicado públicamente que si finalmente se implantan aranceles entre Reino Unido y Europa por un Brexit duro, el "negocio de Nissan no tendrá sentido ni en Reino Unido ni en Europa". Pero nada ha dicho de qué sucederá en Nissan aunque no haya aranceles.