"En 2019, el sector del tabaco ha superado con éxito la implantación de la trazabilidad en los envases de cigarrillos y tabaco para liar. Se trata de una obligación prevista en la Directiva de Productos del Tabaco, que ha supuesto un gran reto tecnológico y un esfuerzo en innovación e inversiones en toda la cadena de valor". Es lo que asegura Águeda García-Agulló, presidenta de la Mesa del Tabaco, en su valoración del último ejercicio.La implementación de la trazabilidad en las labores de tabaco conlleva una enorme complejidad técnica, ya que se trata de un sistema que permite a las autoridades seguir la ruta de cada una de las más de 2.000 millones de cajetillas que se venden en el mercado español. En la Mesa del Tabaco explican que se monitoriza al detalle, desde la fabricación hasta el punto de venta final (estanco y/o máquina expendedora), gracias a la incorporación de un Identificador Único en cada unidad de venta. "Las expendedurías, pymes familiares en su mayoría, han realizado un gran esfuerzo para adaptarse", dicen en la Mesa.García-Agullo recuerda que "esto ha sido posible gracias a colaboración de todo el sector con el Comisionado para el Mercado de Tabacos (CMT) y la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT), un ejemplo de la necesidad e importancia de la colaboración público-privada cuando hay que desarrollar medidas que afectan directamente a un sector". Superada durante 2019 la primera fase de la trazabilidad, el sector continúa aplicando las medidas previstas en la Directiva de Productos del Tabaco. En este sentido, a partir del 20 de mayo de 2020 quedará prohibida la comercialización de cigarrillos y tabaco para liar mentolados; así como la venta de los envases de cigarrillos y tabaco para liar que no estén adaptados a los nuevos requisitos de trazabilidad. A partir del 20 de mayo de 2024, será obligatoria la trazabilidad para el resto de productos del tabaco.