Iberdrola quiere duplicar su peso en Portugal, según ha anunciado su presidente, Ignacio Sánchez Galán, durante un acto con el primer ministro del país, Antonio Costa, centrado en el avance del mayor complejo hidroeléctrico de Europa de los últimos 25 años, en el río Támega, en el que la eléctrica está invirtiendo unos 1.500 millones de euros.Iberdrola entró en el país vecino en 2002, al inicio de la liberalización del mercado, y hoy tiene 800.000 clientes –quiere un millón en 2025– y es la primera suministradora del sector industrial y la segunda en el segmento residencial. En generación, cuenta con 92 MW eólicos y en agosto ganó 149 MW solares.Ayer Galán desveló que tiene 200 millones para más eólicas y que "casi seguro" participará en la subasta de renovables que el país celebrará en los próximos meses. Su intención es "duplicar" su presencia en territorio luso. Esta, en todo caso, se disparará cuando se ponga en marcha el complejo hidroeléctrico del Támega, un afluente del Duero, en 2023. Con tres presas y centrales (Gouvães, Daivões y Alto Tâmega), tiene una capacidad de 1.158 MW, de los que casi 900 MW son de bombeo; Costa la calificó de "gigabatería" por su capacidad, equivalente a 400.000 baterías de coches eléctricos.La obra encaró un gran desafío el año pasado, cuando se pararon las obras de la presa de Támega, al detectarse condiciones geológicas no previstas durante el diseño del proyecto, que provocaron varios derrumbamientos. Los problemas derivaron en un conflicto con la UTE responsable, liderada por las empresas lusas Mota Engil y Edivisa, y participada por Acciona.Pendiente de los tribunalesLa determinación de las responsabilidades de los fallos de diseño está en los tribunales, pero Iberdrola ya ha identificado los problemas geológicos y ha lanzado una nueva licitación para los trabajos que realizaba la UTE. Se fallará de un modo inminente y las obras se reanudarán en marzo. Se temían retrasos, pero Iberdrola confirma que todo el complejo –con dos tercios ya construidos– estará listo en 2023.Preguntado por el impacto del nuevo impuesto catalán en la posible ruptura del pacto para cerrar las nucleares, ha defendido su vigencia: "No tengo noticia de que haya que modificarlo". Preguntado por la salida de Jordi Sevilla de REE ha dicho que "los presidentes entramos y salimos, es una parte de nuestra realidad permanente".