La subasta solo aportará una parte de los ingresos totales de las plantas El Gobierno trabaja en un modelo de subastas para adjudicar nuevas plantas renovables que introducirá el riesgo del mercado en los ingresos finales de las instalaciones. Los promotores, tras un proceso de precalifición, pujarán por un precio de la energía -en sobre cerrado, con umbrales mínimos para evitar bajas temerarias-, pero parte de los ingresos finales vendrán directamente del mercado y se modularán en función del valor aportado al sistema, por el grado de gestionabilidad, la localización o la madurez de las tecnologías.Así lo explicó ayer Joan Groizard, director general del Idae, durante la jornada Experiencia de las subastas y previsiones futuras: tramitación, acceso a la red y cobertura de precios, organizada por la Asociación Empresarial Eólica en Madrid.Groizard anunció que tiene "muy avanzado" un diseño de subastas -se quiere adjudicar un mínimo de 3.000 MW anuales- en el que los promotores competirán por un precio fijo para una parte de su producción, con la intención de aportar visibilidad a los costes de las tecnologías, pero que el resto de la generación recibirá el precio del mercado, "introduciendo su riesgo".Los ingresos totales, por otro lado, se complementarán con otros elementos "que aporten valor", tal que la gestionabilidad -la capacidad de adaptarse a las necesidades del sistema-, la localización -atendiendo a criterios de Transición Justa-, o la madurez tecnológica. En este sentido, señaló que habrá un marco específico para la eólica marina y aclaró que no se exigirá manufactura nacional de los equipos, pero que podrían aplicarse elementos como otorgar ventaja a la proximidad de fabricación por sus menores impactos ambientales.Además, las empresas tendrán que superar un proceso de precalificación para participar en los concursos -"las plantas tendrán nombre y apellidos", dijo-, al objeto de evitar la especulación, y deberán presentar sus ofertas en sobre cerrado. Se incluirán umbrales de precios máximos y mínimos, principalmente para evitar bajas temerarias que desvirtúen las pujas.Groizard ha puntualizado que el Gobierno quiere trasladar las rebajas de costes de las renovables a los recibos de los consumidores cuanto antes, algo que además de incrementar la competitividad de la economía, "aportará credibilidad al proceso de transición energética".El Ejecutivo quiere habilitarse para promulgar el nuevo modelo con la nueva Ley de cambio climático, que remitirá al Congreso durante este trimestre. La normativa de detalle posterior -que el Gobierno tiene previsto contrastar con el sector para tener en cuenta sus aportaciones- está "muy adelantada", de modo que su entrada en vigor podría ser relativamente rápida.