La reducción de emisiones de CO2 hasta 2030 se incrementa del 21% al 23%El Gobierno ha incrementado su estimación sobre la inversión necesaria para cumplir los objetivos de clima y energía de 2030, elevándola hasta los 241.000 millones de euros en el segundo borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que acaba de divulgar, junto a su Estudio Ambiental Estratégico, sometido a información pública. Las emisiones de CO2 se reducirán más, hasta el 23%, frente al 21% previsto anteriormente.El nuevo borrador del PNIEC no contiene grandes cambios en relación al primero. Introduce mejoras sobre los puntos que le había solicitado la Comisión Europea el pasado mes de junio, como desarrollar mejor las medidas de ahorro energético o facilitar más información sobre el cierre del parque nuclear.Fruto de estos ajustes, el volumen de inversión se ha incrementado en un 2%, desde los 236.000 millones planteados originalmente hasta los 241.000 millones previstos ahora. Lógicamente, su impacto en la economía y el empleo, en relación al escenario tendencial, también crece: el PIB subirá de 19.500 millones a 25.700 millones al año –un aumento del 1,8% en 2030– y los puestos de trabajo previstos pasan de 253.000 a 348.000, un 1,7% más al final de la década. Las muertes prematuras por la contaminación atmosférica bajan, desde los 2.222 fallecimientos menos hasta los 2.400, un 27% menos que la tendencia.Entre grandes objetivos del documento, las emisiones de CO2 se sitúan en 2030 en 221,8 millones de toneladas, frente a los 340,2 millones emitidos en 2017. Se trata de una muy notable reducción sobre la primera versión: en ella se preveía una disminución del 21% en relación a 1990 que ahora es del 23%.Esta reducción adicional del 9,5% en el CO2 procede de la generación eléctrica, que emitirá 8 millones de toneladas menos de lo calculado antes, y de los sectores residencial, comercial e institucional, que emitirán 3 millones menos; la industria se mantiene y la movilidad reduce un millón sus toneladas.Más renovables solaresEl porcentaje de renovables en la demanda de energía final al final de la década se mantiene en el 42% –con un 74% de generación eléctrica verde– y el indicador de la eficiencia energética empeora ligeramente, desde el 39,6% al 39,5%.Respecto al parque de generación eléctrico, que alcanzará los 161 GW –frente a los 157 GW anteriores–, desaparece por completo el carbón –antes no estaba claro–, y aumenta el peso de las renovables, particularmente de la solar fotovoltaica, con 3.000 MW más, alcanzando los 39 GW. El resto de tecnologías apenas registra cambios y se especifica que no será necesaria más potencia de gas para respaldar la intermitente producción limpia.La expectativa de dependencia energética del país empeora, ya que las importaciones de energía pasan del 59% al 61% en 2030 (ahora están en el 73%). La intensidad energética de la economía también será peor: antes se esperaba una reducción del 3,6% anual y ahora del 3,5%, manteniendo la previsión media de crecimiento del PIB en el 1,7% al año.El cambio modal en el transporte afectará al 35% de los pasajeros-kilómetro que hoy se realizan con vehículos convencionales de combustión. Para ello, a partir de 2023 se generalizarán a todas las ciudades de más de 50.000 habitantes las restricciones al tráfico contaminante y se mantiene el objetivo de tener circulando cinco millones de vehículos eléctricos en 2030.Alineado con BruselasEl nuevo PNIEC pretende estar alienado con los nuevos objetivos europeos de reducción de emisiones de CO2 planteados por el Green Deal, que quiere elevarlos desde el 40% actual hasta el 50% o el 55%. De este modo, el Gobierno, implícitamente, excluye adoptar medidas adicionales a las actuales.