Airbus ha cumplido el hito de aumentar la producción de la familia A320 hasta los 60 aviones al año, un número al que no esperaban llegar a principios de 2019. Pese a que las ventas de su modelo de corto y medio radio va viento en popa, el grupo ha asegurado que no se está beneficiando de la crisis del 737 MAX de Boeing, que lleva parado casi 10 meses. "No nos estamos beneficiando de la crisis del 737 MAX. No nos hace felices, porque siembra dudas sobre todos nosotros. Queremos que cuánto antes cumplan con los estándares de seguridad", señala un directivo de la firma durante un almuerzo con periodistas. En este punto, este mismo directivo aseguró que Airbus ha redoblado la vigilancia sobre la cadena de suministro, ya que comparten muchos proveedores y "sus problemas al final nos nuestros problemas", sentenció. Pese a las cautelas sobre la crisis que atraviesa Boeing, el fabricante europeo ha cerrado un gran año de pedidos en casi todos sus modelos. Por ejemplo, el A350 suma 100 pedidos de 10 operadores nuevos; el A320 neo arranca el año con 1.000 unidades entregadas y el A220 ha empezado a fabricarse en Alabama para evitar los aranceles de EEUU y el grupo prevé subir la cadencia de producción. Contra el CO2El fabricante europeo ha redoblado su apuesta por la reducción de las emisiones de CO2 de la industria y se ha comprometido a que en 2050 las emisiones se hayan reducido un 50% respecto de 2005 en un contexto con el doble de aviones en el mercado. Para ello, el grupo sigue avanzando en la mejora de la eficiencia de los motores para que reduzcan el consumo de combustible y seguirán ahondando en el desarrollo del avión eléctrico y el híbrido, que tiene más posibilidades a medio plazo porque las baterías todavía pesan mucho. El grupo asegura que el primer vuelo del híbrido E-FAN X será a finales de año.