Enrique de la Rica es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad del País Vasco y MBA (Master en Dirección de Empresas), formación que ha completado con programas de especialización en Georgetown University y en Singularity University. Fue uno de los fundadores, en 1992, de ESEUNE Business School, primera escuela de negocios privada del País Vasco. Bajo su dirección se alcanzan hitos como la firma de acuerdos internacionales con prestigiosas universidades, como Georgetown, Berkeley o New York University, ESEUNE se convierte en la primera escuela de negocios española con sede en China o el desarrollo del Silicon Valley CEO Academy, colaborando con las principales compañías de la zona. Su gran pasión es el encuentro entre los negocios y la tecnología en el ecosistema startup.¿Cómo valora las escuelas de negocio en España?Es una de las cosas de las que podemos estar orgullosos en este país (que son muchas). Somos ejemplares en el transplante de órganos, un modelo a seguir en infraestructuras, tren de alta velocidad, almacenamiento de energías renovables, el país con la gastronomía más innovadora y nuestras escuelas de negocios están entre las más valoradas, recibiendo todos los años a miles de ejecutivos de todo el mundo, que vienen a conocer nuestro modelo de gestión.¿Considera que sobran escuelas?No tenemos un problema de cantidad, tenemos un problema de diferenciación, homogeneización de la oferta, métodos, programas. Necesitamos más innovación en el sector.¿Qué perfil de alumnado tiene?ESEUNE es una escuela de negocios que lleva cerca de 30 años formando directivos de las empresas del País Vasco. Ellos constituyen el 60 por ciento de nuestro alumnado; el resto, profesionales de otros países (esencialmente, LATAM) y del resto del Estado, que desean conocer el modelo de gestión de las pymes industriales vascas. En Euskadi tenemos empresas que son líderes mundiales en sus respectivos sectores compitiendo frente a multinacionales estadounidenses, asiáticas, europeas... Y lo hacen gracias a un modelo apoyado en el talento y la tecnología. Es lo que transmitimos en nuestros programas y lo que hace que vengan directivos de terceros países a estudiar con nosotros, ya que ven en nuestro modelo grandes posibilidades de adaptación a su realidad empresarial.¿Qué necesita el directivo del presente? ¿Y el del futuro?Menos presente y más futuro. El directivo vive sometido a la tiranía del día a día, anclado en el cortoplacismo. No vivimos una época de cambios, sino un cambio de época y las personas directivas necesitan comprender su impacto y adaptar sus negocios.¿Qué momento vivimos de transformación digital?Estamos en la antesala de la década más apasionante de la historia. Las tecnologías exponenciales (5G, iOT, Inteligencia Artificial, Robótica, Genética...) no van a transformar las empresas: van a cambiar el mundo; la sociedad, los gobiernos, las personas y sus relaciones (con otros personas, con el planeta, con las máquinas). Redefiniremos el concepto trabajo, el concepto capital, incluso el concepto humanidad. Resolveremos problemas que hoy nos parecen imposibles (desde el calentamiento global al hambre en el mundo), erradicaremos enfermedades, la energía será casi gratis, mejoraremos el bienestar, trabajaremos de forma voluntaria... Nos dirigimos a un mundo completamente distinto al que conocemos, yn desde mi punto de vista, mucho mejor.¿Qué opina de los MBA? ¿Siguen de moda? ¿Cree que hay que reinventarlos?A esta transformación no escapa ningún sector; lo estamos viendo con el transporte, el alojamiento, la música, los medios de comunicación, las finanzas, los seguros, la salud... El que no se adapta a tiempo se queda con "cara de taxista". Y la educación es uno de los sectores que más va a cambiar. No solo desaparecerán los MBA tal y como los conocemos... también lo harán el resto de instituciones e incluso las Universidades será algo muy distinto a lo que hoy conocemos. El blockchain eliminará el intermediario legitimador y las personas acumularán certificaciones muy variadas, fruto de experiencias de aprendizaje de todo tipo, que un algoritmo evaluará para identificar las más apropiadas para cada circunstancia.¿Cuáles son los sectores en los que hay que formarse en estos momentos?Hace unos meses, un amigo me preguntó hacia dónde debería orientar a su hijo de 10 años para garantizarse un trabajo. Le contesté que no tenía la menor idea de cuáles serían los trabajos más demandados en el 2035. Es más, tampoco tengo muy claro si seguirán existiendo "los trabajos". A corto plazo, todas las capacidades orientadas a evolucionar la inteligencia artificial (algoritmos, Big Data, computación cuántica) son caballos ganadores. Pero las habilidades que nos diferencian como humanos (la creatividad, el pensamiento crítico, la empatía..) también lo son... y lo serán.¿Cómo impacta la innovación y la tecnología en la educación?El impacto aún es mínimo, si consideramos la educación desde la etapa infantil. Pero nos estamos empezando a dar cuenta de la necesidad de reinvención total del sistema. En un mundo donde las capacidades diferenciales son clave, no podemos continuar con modelos homogéneos, en los que 25 niños reciben las mismas lecciones.