Asume un impacto de 140 millones, que incluye el de los disturbios de Chile Mapfre volverá a incumplir sus objetivos estratégicos por el coste de las catástrofes. La entidad anunció ayer que asumirá un coste por los recientes tifones Faxai y Hagibis ocurridos en Japón en los meses de septiembre y octubre, así como los daños producidos en los disturbios en Chile en menor medida, de 130 o 140 millones en sus resultados. Este efecto, que lo contabilizará en 2019, está basado en las estimaciones efectuadas por la compañía de reaseguros con base en las comunicaciones de las entidades cedentes de las coberturas.Este aumento extraordinario de costes obliga a la compañía a una revisión, actualmente en curso, de los objetivos públicos para el periodo 2019-2021 anunciados el pasado marzo, informó la compañía que preside Antonio Huertas a la CNMV. Si bien, indicó que estos eventos "no tienen un impacto significativo en la posición de solvencia y de fortaleza de capital", por lo que el consejo de administración ha propuesto mantener el dividendo con cargo a los beneficios de este año en los niveles similares al acordado en 2018.La hoja de ruta diseñada para los próximos tres años persigue el fin de alcanzar una rentabilidad del 10 por ciento y llegar a un volumen de ingresos de 30.000 millones. En 2018 terminó su último plan anterior por debajo de las expectativas al situar su retorno sobre capital en el 6,4 por ciento, afectado por los tipos bajos y por el impacto de los huracanes de Estados Unidos y Puerto Rico, principalmente.Para cumplir con estos objetivos, Mapfre no descartaba llevar a cabo operaciones de adquisición y nuevas alianzas en bancaseguros, aunque no es una prioridad. De hecho, ya ha dado algún paso en este sentido, como la alianza sellada con el Santander en España para algunos negocios.El plan está estructurado sobre la base de un crecimiento prudente y sostenible y que se traducirá en un alza media de las primas del 5 por ciento de media durante el trienio. Además el ratio combinado mejorará hasta el 96 por ciento. La intención de la aseguradora es aumentar de forma rentable el negocio de vida y, en concreto, en el segmento de riesgo, un 8 por ciento anual.Los máximos responsables de la compañía indicaron entonces que se está procediendo a un replanteamiento de la actividad en las actividades poco rentables. "Necesitan acelerar su crecimiento para dar retornos más altos", señalaron a los inversores, dando a entender que abandonaría o vendería las filiales de Indonesia y Filipinas.El mercado indonesio, donde controla la quinta aseguradora de automóviles, Abda, generó pérdidas en 2018 al grupo español, que además tuvo que anotarse un deterioro en el fondo de comercio de 22 millones por las peores expectativas. En 2017 Mapfre desembolsó 90 millones para adquirir el 30 por ciento de Abda y superar el 5 por ciento del capital. Sus intereses en Filipinas son menores, pero tampoco están rindiendo como lo previsto.El plan estratégico intenta, asimismo, potenciar la transformación digital y las inversiones alternativas, como la adquisición de inmuebles, para aumentar la rentabilidad de sus activos.