Iberia mira a Asia para crecer y reducir su dependencia de Latinoamérica, su principal mercado, en un momento en el que empresas españolas como Telefónica o BBVA se están replanteando su futuro en la región. Un objetivo en el que lleva trabajando desde que volvió a volar a Japón y China en 2016 y para el que Air Europa será una pieza clave. Y es que, Luis Gallego, presidente de la aerolínea, explicó que la compra de su competidor le permitirá ganar músculo para abrir rutas en el gigante asiático y rentabilizarlas."Cuesta abrir rutas a Asia cuando no tienes el suficiente volumen para desarrollarlas. Estamos convencidos de que cuando se tiene el volumen adecuado se puede destinar parte de los recursos en operar nuevos destinos. Con el tamaño que tendremos tras integrar Air Europa, destinos que antes eran imposibles se podrán desarrollar", aseguró Gallego en un desayuno organizado por la CEOE. En este punto, cabe recordar que China ha sido históricamente un mercado complicado para las aerolíneas españolas y, por ejemplo, mientras que la ruta a Tokio sigue creciendo y ya está cerca de las siete frecuencias semanales, la que se abrió a Shanghai tiene problemas para ser rentable y aumentar la operativa, aunque en lo que va de año transporta un 6 por ciento más de pasajeros.Iberia apuesta por países como China por su fuerte potencial de crecimiento en tráfico de pasajeros (la clase media está en alza) y porque, asegura, que el futuro de la compañía y del aeropuerto de Barajas es convertirse en un hub 360 grados y ser la puerta de enlace entre Asia y el Nuevo Continente. "Queremos mirar al mundo y no solo a América Latina", sentenció.Así, para seguir creciendo y ganando cuota de mercado sin perder rentabilidad, Gallego defiende que es fundamental avanzar en la consolidación del sector, algo que pasará en Europa. "Si no compramos nosotros Air Europa lo habría hecho Air France y eso sería negativo para el hub de Madrid", sentenció el alto ejecutivo nacido en Getafe.Más allá de la compra de la aerolínea de los Hidalgo, que todavía tiene que recibir el visto bueno de Bruselas, Gallego ha tocado dos temas fundamentales: el clima y el Brexit. En el primer caso, el presidente de Iberia ha sacado pecho de las iniciativas que está llevando a cabo su grupo para conseguir emisiones netas cero en 2050. Entre ellas está la modernización de la flota y la apuesta por los combustibles biosostenibles. No en vano, el desarrollo del avión eléctrico todavía está lejos y no hay alternativas reales de transporte para distancias de más de 1.500 km ni para las conexiones con las islas. "Greta Thunberg puede volar como quiera, pero lo cierto es que no hay alternativa real por encima de los 1.500 km", aseguró Gallego al ser preguntado por el movimiento que encarna la joven activista después de señalar que la aviación es un 80 por ciento más eficiente que en los años 60.En este punto, no dudó en afirmar que los políticos pueden hacer más cosas para reducir las emisiones de la aviación como poner una estación del AVE en la T4 para eliminar vuelos de corto radio que no son sostenibles ni rentables.En cuanto al Brexit, la compañía asegura que tiene el respaldo del Gobierno pero que tienen un plan para blindar su españolidad en caso de que Bruselas no lo acepte. "Si hay Brexit duro y Bruselas no acepta el plan de IAG, estamos dispuestos a hacer los cambios que hagan falta", sentenció.