El juez Manuel García Castellón, titular del juzgado de instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, ha abierto una pieza separada en el marco de la operación Tándem para investigar si el magnate ruso Mikjail Fridman, propietario de la cadena de supermercados Dia a través de la firma LetterOne, contrató al excomisario José Manuel Villarejo para investigar a Javier Pérez Dolset, fundador de la firma tecnológica Zed. Esta compañía acabó en situación de quiebra técnica, lo que permitió a Fridman, según ha apuntado ya la Fiscalía Anticorrupción, intentar quedársela a precio de saldo.Las primeras diligencias apuntan a que Pérez Dolset habría sido espiado por Villarejo al menos desde febrero de 2013 con el objeto de facilitar la adquisición de su compañía por parte de Fridman. Fuentes próximas a LetterOne niegan, sin em-bargo, tajantemente estos hechos.PersonaciónLos abogados de Pérez Dolset, dirigidos por Christian Mesia, han tomado la decisión de personarse en la causa, "dada la importancia mayúscula" de los hechos investigados. Fuentes próximas al empresario aseguran que "el asalto emprendido contra Zed empezó un año antes de lo que se pensaba y fue claramente planificado e intencionado". Pérez Dolset ha denunciado seguimientos, pinchazos telefónicos, intromisiones informáticas, falsificación de firmas y de documentos internos, así como amenazas.De acuerdo con las investigaciones iniciales llevadas a cabo en esta pieza, que se mantiene por ahora bajo secreto de sumario, Pérez Dolset habría sido espiado diez meses antes de la creación de una sociedad en Holanda vinculada de Zed, de la que Fridman era socio, y que acabó arrastrando a la multinacional española a una situación de asfixia financiera al actuar como garante de un crédito sindicado encabezado por ING y en el que participaba el empresario ruso a través de su banco Alpha Bank.El juez García Castellón apuntó ya en el auto de citación como investigado de Fridman por la quiebra de Zed que el magnate ruso tuvo "un papel fundamental" en "el apoderamiento total de la compañía (en referencia a Zed) mediante un procedimiento complejo que se vale de actuaciones de distinta intensidad, ejecutadas en diversas líneas y que culmina con una situación de bloqueo institucional y económico para adquirirla a un precio irrisorio muy inferior al mercado".El magistrado explicó que Fridman "tiene el control de los acontecimientos, por ser uno de los prestamistas del grupo Zed, a través de Alfa Bank (...), por lo que se aseguró una posición dominante respecto de dicho conglomerado empresarial".