La multinacional textil Mango prevé terminar 2019 con beneficios, tras encadenar tres años de pérdidas, que suman unos 129 millones de euros desde 2016. Así lo ha expresó ayer el director general de Mango, Toni Ruiz, durante el acto de presentación del nuevo centro logístico mundial de la empresa en Lliçà d'Amunt (Barcelona), que ha supuesto una inversión de 232 millones de euros, y que prevé ampliar para 2023 con una inversión de otros 35 millones más.Además, Mango ha conseguido reducir su deuda neta de 617 millones de euros en 2016 a 315 millones al cierre del ejercicio de 2018, y prevé seguir reduciéndola en 2019 y en el futuro.Actualmente, el centro de Lliçà gestiona 130 millones de artículos al año, entre moda, calzado y complementos, de las cuatro líneas de la marca: mujer, hombre, infantil y Violeta by Mango, lo que supone dos tercios de la capacidad actual del centro logístico, uno de los más grandes de Europa. Con la ampliación, podrá llegar a mover 300 millones de artículos anuales. Las instalaciones reciben género de 1.200 fábricas proveedoras y lo distribuyen a las más de 2.100 tiendas y ocho almacenes para la distribución online repartidos por el mundo.