El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, se pronunció ayer sobre la visita al Juzgado del expresidente de BBVA, Francisco González, para declarar como imputado por la presunta contratación del excomisario José Manuel Villarejo para que realizara labores de espionaje para la entidad. De Cos aseguró que este tipo de casos "no ayudan" a la reputación de la banca. No obstante, el gobernador no quiso incidir en el asunto y aseguró que "en cualquier caso, hay que esperar a que terminen los procesos judiciales a los que hace mención" para conocer lo verdaderamente ocurrido. El jefe del organismo supervisor nacional aseguró que el tema de la reputación del sector financiero es "muy serio" que tiene un efecto negativo sobre el propio negocio bancario. "Yo creo que todas las instituciones bancarias son conscientes de la situación en la que se encuentran. [...] Las entidades se deben tomar muy en serio su comportamiento con los clientes para mejorar esa reputación", concluyó al respecto, durante su intervención en la Convención Anual Financiera celebrada por la Asociación de Mercados Financieros (AMF). El gobernador del Banco de España también alertó sobre tres importantes retos a los que se enfrenta el sector bancario: la entrada de las grandes compañías tecnológicas, como Google o Amazon, en el negocio, la evolución macroeconómica, la desintermediación financiera y los desafíos medioambientales. Concretamente, De Cos aseguró que si los gigantes de la tecnología comienzan a poner en riesgo la estabilidad financiera habría que regularlos. "Se hace necesario analizar en profundidad estos riesgos potenciales y, en caso necesario, modificar el marco regulatorio para mitigarlos", dijo, en línea con los anuncios ya vertidos por el Banco Central Europeo (BCE). A su juicio, un ejemplo de la capacidad disruptiva de la tecnología en el ámbito financiero es el desarrollo de los denominados criptoactivos, y en particular las llamadas stablecoins (criptomonedas ideadas para que tengan un valor estable o poco volátil), de los que el proyecto Libra es el que mayor atención ha recibido.Ralentización económicaPor otro lado, también ha señalado que la ralentización de la economía es otro riesgo para la banca puesto que un mayor desempleo de las familias y unos menores beneficios por parte de las empresas podría aumentar los impagos. "Todo ello conllevaría que los niveles de endeudamiento tanto privados como públicos podrían terminar siendo más elevados de lo esperado", dijo. De Cos también señaló que la calidad de los activos de los bancos también mermaría.