El Banco Santander estudia extender la estrategia seguida con la Cuenta 1,2,3 a otros productos del grupo. Concretamente, la entidad que lidera Ana Botín plantea también eliminar las remuneraciones que aún mantienen algunas cuentas de Openbank, su entidad cien por cien digital, según informan fuentes del mercado. No obstante, cabe destacar que la estrategia del Banco Santander España y la de Openbank son diferentes y cada una se implanta de forma individual, aunque las mismas fuentes aseguran que la opción de eliminar la remuneración de la cuenta ahorro y del depósito de la entidad online está sobre la mesa. La entidad digital comercializa la Cuenta de Ahorro Bienvenida, que llega a remunerar hasta el 1,67 por ciento TAE en función de la vinculación del cliente (domiciliación de ingresos) y del saldo que mantenga. Asimismo, también tiene la Cuenta Ahorro Openbank, con una remuneración que puede alcanzar hasta el 0,3 por ciento TAE, y la Cuenta de Ahorro Open Young, para el público más joven, que bonifica hasta el 0,15 por ciento de los ahorros. Por otro lado, también mantiene en su escaparate el Depósito Open 13 meses que remunera el 0,2 por ciento TAE el depósitos a plazo fijo, desde un mínimo de 5.000 euros y hasta un máximo de 150.000 euros. Sin embargo, la tendencia de todos los grandes bancos en los últimos años, incluido el Santander, ha sido eliminar la remuneración que daba a los clientes por sus ahorros y dejar de comercializar los depósitos, puesto que, en el actual escenario de tipos de interés ya no solo bajos, sino en negativo, al sector le cuenta dinero mantener el ahorro de sus clientes. Cabe recordar que el Banco Centro Europeo (BCE) endureció el pasado mes de septiembre la facilidad de depósito a la banca desde el 0,4 por ciento negativo al 0,5 por ciento negativo. Esa es la 'tarifa' que tienen que pagar los bancos por depositar su exceso de liquidez en el BCE. Ajustes del producto estrellaAnte esta situación, el grupo ha venido realizando desde 2017 varios ajustes a la Cuenta 1,2,3 en España hasta dejar de comercializarla. El Santander lanzó este producto en 2015, apenas unos meses después del aterrizaje de Ana Botín a la presidencia, con el objetivo de captar y vincular clientes. Desde entonces, más de 2,5 millones de usuarios contrataron la Cuenta 1,2,3 que, inicialmente, remuneraba el 3 por ciento de saldos de hasta 15.000 euros y devolvía el 1 por cienot, el 2 por ciento o el 3 por ciento de los recibos domiciliados. La entidad ha ido recortando las ventajas hasta el penúltimo ajuste, que fue anunciado a finales de 2018 y limitó la remuneración del 3 por ciento hasta los 1.000 euros, para, finalmente, el pasado mes de octubre, anunciar que ha dejado de comercializar la cuenta y que a partir de enero dejará de remunerar ese 3 por ciento y los recibos, aunque también eliminará la comisión de 72 euros al año que cobra a los clientes por el mantenimiento y la tarjeta de crédito asociada. A partir del pasado 4 de noviembre, el Santander comercializa solo la Cuenta Zero, un producto sin comisiones a cambio de la domiciliación de la nómina. La remuneración que conseguían los clientes por sus ahorros se ha visto reducida a la mínima expresión. En el caso de las cuentas ahorro, ya solo los bancos digitales mantienen unas leves bonificaciones que no superan el 0,6 por ciento. En el caso de los clásicos depósitos, la bonificación que dan las entidades españolas no supera el 0,2 por ciento, menos en el caso de Bankinter, que da mayores remuneraciones, que pueden alcanzar hasta el 1,96 por ciento TAE, pero solo si se contratan en moneda extranjero y no en euros. Alternativas para crecerPara sobrevivir a la asfixia de ingresos que padece la banca desde que empezaron a bajar los tipos e impactando en su margen de intereses, el sector ya cobra a los grandes clientes (institucionales y grandes corporaciones) por sus depósitos. Algunas entidades, como es el caso de Bankia, ya ha apuntado a la posibilidad de extender el cobro a todas las empresas, incluidas las de banca privada, mientras que el Santander también abrió la puerta a cobrar a las compañías por las cuentas que tengan inoperativas. El debate está en el aire y cada vez son más voces las que apuntan a empliar el cobro de los depósitos a un mayor número de clientes, aunque en principo la banca es reacia a que este coste llegue a los particulares. No obstante, nada es descartable y las entidades apuntan a que las decisiones al respecto se irán tomando si el supervisor europeo anuncia nuevas rebajas en los tipos de interés. Una segunda solución para incrementar los ingresos pasa por el cobro de mayores comisiones. Ya hay entidades, como BBVA o Banco Sabadell, que ha endurecido la vinculación que exige a sus clientes si no quieren que se les cobre comisiones. El consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez, recordó en la Conferencia Internacional de Banca 2019, que la banca, a menudo, no ha fijado precios correctamente, ya que se ha cobrado mucho por algunas cosas que costaban poco y viceversa. A su juicio, y en referencia a las comisiones, es "dificilísimo" adaptar los precios al coste real de los servicios tras haber acostumbrado al cliente a que determinados servicios siempre han sido gratis. A cierre del tercer trimestre del año, la gran banca española redujo un 2,44 por ciento su margen de intereses, tras obtener unos ingresos de 12.421 millones, mientras que las comisiones cedieron un 1,43 por ciento, hasta los 6.583 millones.