Es el país de moda. Tanto inversores como turistas han puesto el ojo en Portugal en los últimos meses. Con un crecimiento en línea con los países de la zona euro, en el 1,9 por ciento interanual para este año según avanza la medición del segundo trimestre, y una tasa de paro de la más bajas del entorno, en 6,3 por ciento, se ha ganado el respeto de sus socios internacionales. No es de extrañar que el Gobierno que ha hecho posible este milagro económico repita tras los comicios del pasado 6 de octubre. El primer ministro Antonio Costa, líder del Partido Socialista de Portugal (PS) ganó las elecciones legislativas y todo parece indicar a que reeditará el pacto de izquierdas de los últimos años.En 2018 las exportaciones en Portugal crecieron un 5,34 por ciento respecto al año anterior, representando estas ventas al exterior el 28,75 por ciento de su PIB –la mayoría de ellas tienen como destino en primer lugar a España, Francia y Alemania, que suponen el 26,03, 13,01 y 11,78 por ciento del total, respectivamente–. Es decir, por esta vía se genera casi un tercio de la riqueza del país. Al tiempo, las importaciones de Portugal crecieron un 7,67 por ciento respecto al año anterior.Hasta el segundo trimestre del año, el saldo arrojado por la oficina estadística del país daba cuenta de un superávit testimonial del 0,2 por ciento. Pero la evolución del desfase entre ingresos y gastos del conjunto del sector público del país vecino supone, incluso, un espejo donde mirarse para el Gobierno de España ya que el cómputo a cierre del pasado año, con un déficit del 0,5%, es resultado de un conjunto de medidas adoptadas desde el destrozo del tejido productivo provocado por la crisis de 2008.El déficit fiscal ha pasado desde el 11 por ciento del PIB en 2010 hasta el 0,5 por ciento de 2018, mientras que el balance primario –sin contar los intereses de la deuda– será el más alto desde 1992. Esta mejora en el desequilibrio en las cuentas públicas ha permitido que la deuda pública pase desde el 133 del PIB hasta el 124 por ciento, según los últimos datos de Eurostat, la oficina de estadísticas perteneciente a la Comisión Europea.