El Congreso de los Diputados compite con el Senado como cámara de representación territorial. Las elecciones del domingo han elevado, por primera vez en la historia, hasta 19 el número de partidos representados en el que tradicionalmente ha sido el gran espacio de debate de las principales ideologías. Las formaciones localistas se extienden como una mancha de aceite, un fenómeno acentuado con la irrupción de la España vaciada representada en Teruel Existe.La fragmentación política que representó la irrupción de Podemos y Ciudadanos en la derecha e izquierda ha dado una vuelta de tuerca con el auge de los fenómenos localistas. El retroceso de las formaciones que pretendían derribar la "vieja política" lejos de devolver el vigor perdido al bipartidismo ha acentuado la fragmentación: 19 formaciones distintas conforman ya la sopa de siglas de la Cámara Baja, cuatro más que en los comicios de abril, con la incorporación de Teruel Existe, Más País, la CUP y el BNG, que vuelve tras cuatro años sin presencia.El nuevo enemigo del bipartidismo tiene raíces localistas, síntoma del alejamiento de los ciudadanos con los partidos de implantación nacional y el hartazgo a la falta de respuestas a sus demandas de mejoras de infraestructuras. Al troceamiento de los grandes bloques tradicionales de izquierda y derecha, que se disputan seis partidos, y la fortaleza del nacionalismo tradicional se ha unido el fenómeno localista. El partido del cántabro Miguel Ángel Revilla ha repetido el pasado domingo la representación que obtuvo por primera vez en su historia el 28 de abril, Teruel Existe llega al Congreso con el apoyo del 45 por ciento del electorado de esta provincia y Coalición por Melilla a punto ha estado de nuevo de conseguir un escaño y romper la histórica hegemonía del PP. ¡Soria ya! se lo piensaEl éxito de Teruel Existe, que suma a su diputado dos senadores, ha prendido ya en otras plataformas ciudadanas que han protagonizado la lucha contra la despoblación. ¡Soria Ya!, que descartó presentarse a las últimas elecciones, se plantea concurrir en próximos comicios, ante el precedente de sus colegas turolenses, cuyo apoyo explican "en el hastío que la ciudadanía ha mostrado insistentemente en las últimas décadas con la actuación de la clase política que ha representado hasta ahora a los territorios de la conocida como España Vaciada".Lo cierto es que el discurso contra la despoblación ha calado y los partidos eran conscientes de ello. El mundo rural ocupó buena parte de los programas electorales y la manifestación que en marzo reunió en Madrid a varios miles de personas contó con la asistencia de cuatro ministos y numerosos líderes políticos. En la última campaña, Pedro Sánchez presentó como una de sus grandes propuestas electorales la creación de un Ministerio frente al Reto Demográfico. También el acuerdo entre el presidente del Gobierno en funciones y Podemos recoge el compromiso de revertir la despoblación con un apoyo decidido a la llamada España vaciada. La realidad es que el problema ha adquirido dimensiones demoledoras. La mitad de los 8.100 municipios españoles está "en riesgo de extinción a medio o largo plazo" por tener menos de 1.000 habitantes. Los partidos metieron el problema de la España vaciada en la agenda política. Ahora, los ciudadanos le han dado también voz en el Congreso.