Pese a la fuerte alza de los ingresos, no puede abordar las pagas sin ampliar créditoEl Consejo de Ministros, celebrado este viernes, aprobó una nueva retirada de fondos de la hucha de las pensiones de un máximo de 3.598,20 millones para afrontar el pago de la nómina de las pensiones de noviembre, que asciende a 19.292 millones, al incluir, además de la mensualidad corriente, la paga extra de Navidad. Aunque la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, aseguró que no se dispondrá de toda la cantidad, el Fondo de Reserva se quedará tiritando, teniendo en cuenta que tenía un 5.000 millones de efectivo. De este modo, la hucha queda prácticamente liquidada, con un remanente de unos 1.500 millones, insuficiente para abordar una mensualidad completa de las pensiones públicas. Pese a esa disposición del fondo de reserva, la cuantía extraída no será suficiente para cubrir la cuantía del desembolso que supondrá este mes a la Tesorería de la Seguridad Social.Tanto es así que el Gobierno dio luz verde, además, a un Real Decreto para garantizar el pago de las pensiones con nuevas fuentes de financiación. La primera, de 600 millones, se trata de una transferencia directa del Tesoro, que se suma a la de 1.300 millones, ya prevista en los Presupuestos de 2018, todavía prorrogados. Según Valerio, se justifica el trasvase por los menores intereses por la deuda. Y la segunda se trata de una "adecuación contable", en las palabras de la ministra, para solventar el desfase que deja un ejercicio sin actualización presupuestaria, que asciende a alrededor de 5.000 millones, concretados en una suerte de ampliación de crédito respaldado en ingresos futuros pero ciertos de la Seguridad Social, correspondientes al cierre de 2019 que entrarán en caja en enero de 2020.Ajuste presupuestario El Real Decreto habilita a la Seguridad Social a disponer de los ingresos del mes de noviembre y diciembre, aunque todavía no se hayan hecho efectivos. Fuentes del Ministerio de Trabajo explican que la caja de la Seguridad Social dispone de esta cantidad de otras partidas, pero no se pueden utilizar por la propia ley presupuestaria.La ministra explicó, en rueda de prensa, que hasta el cierre de 2019 no se sabrá la disposición exacta del Fondo de Reserva, ni tampoco a cuánto ascenderá la ampliación del crédito de la Seguridad Social.Ante el creciente déficit del sistema, desde 2017 cuenta con el apoyo de los Presupuestos para apuntalar los ingresos, a través de un préstamo del Estado a la Seguridad Social. Estaba previsto que fuera de más 15.100 millones, pero el rechazo de los Presupuestos de 2019, obligó al Gobierno a seguir disponiendo de los 13.800 millones aprobados para el año anterior, en las Cuentas elaboradas por el Gobierno popular de Mariano Rajoy.Un mecanismo agotadoEl objetivo de Valerio pasa por no ser la ministra que liquidó la hucha de las pensiones, pero millones arriba o abajo, los 1.400 millones que quedarán no sirven, a estas alturas, ni para cubrir un mes de pensiones. En concreto, no llegan a cubrir el 15 por ciento de una factura mensual en pensiones cercana a los 10.000 millones de euros, y menos a abordar un mes con extra, en el que la nómina se acerca a los 20.000 millones. Así, los ingresos por cotizaciones en noviembre y diciembre tienen que generar 5.000 millones extras. La ministra avanzó que los ingresos por cotizaciones cerrarán con una subida del 8 por ciento, lo que supondrá alcanzar una cifra récord de 124.000 millones, pero todavía serán insuficientes para reducir el déficit y liberar al sistema de las tensiones de liquidez. Y eso que este año ha contado con el alza histórica del 22 por cieno en el salario mínimo interprofesional (SMI), que opera subidas paralelas en las bases de cotización, un incremento del 7 por ciento de las bases máximas y una mejora sensible de los sueldos.La Seguridad Social ha tenido que soportar el aumento de las pensiones del 1,6 por ciento este año y del 3 por ciento en el caso de las mínimas, que aprobó el Gobierno de Pedro Sánchez a final del año pasado por Real Decreto, sin contar con Presupuestos. En abril de 2018, en virtud de un acuerdo para salvar los Presupuestos, el PNV y el Gobierno de Mariano Rajoy tumbaron la reforma de las pensiones de 2013, que contenía la actualización de las pensiones y preveía la aplicación del factor de sostenibilidad para adaptar las pagas a la demografía. Los expertos de elEconomista Pensiones ya advirtieron de que esa medida no podía tomarse sin ir acompañada de otras decisiones reequilibradoras y mostraron su preocupación por el déficit y la deuda pública, algo que se torna acertado, máxime ante el dato de deuda de ayer, según el cual la deuda de las Administraciones de la Seguridad Social subió en septiembre a un nuevo máximo de 52.445 millones por los préstamos inyectados a las pensiones.