El presidente de BBVA cesó a Arbizu en julio, pero mantiene a Asúa en su cargo El caso Villarejo acecha cada vez más al actual presidente de BBVA, Carlos Torres, quien fue número dos de la entidad bajo el mandato de Francisco González (FG) en su última etapa y mientras las supuestas escuchas telefónicas eran una práctica habitual para espiar a sus enemigos. Los contratos con las empresas del excomisario continuaron hasta finales de 2017, cuando el máximo responsable del grupo financiero era consejero delegado.En la investigación judicial llevada a cabo por la Audiencia Nacional, ningún exdirectivo o directivo del banco está a salvo de una imputación y hay que tener en cuenta que la cúpula de la entidad está repleta de ejecutivos de la era FG, respaldados por la confianza de Torres.Tal es así, que ya dos de los once hombres fuertes del presidente de BBVA, que dependen directamente de él, han sido imputados por el magistrado de la causa, Manuel García Castellón. En concreto, se trata de Eduardo Arbizu, máximo responsable de Regulación y Control Interno desde enero hasta julio de este año y de Juan Asúa, consejero de cabecera de Torres.Arbizu fue destituido a finales de julio, tras la imputación del banco como persona jurídica, ante la probabilidad de que fuera llamado a declarar en calidad de investigado, ya que en el momento de las escuchas telefónicas era el máximo directivo del área legal del grupo. En los informes de Villarejo, en manos de la Audiencia Nacional, se señala directamente que servicio jurídico del banco estaba al corriente de to-dos los pasos que daban las empresas del excomisario sobre los encargos para derribar a Sacyr en su asalto a la entidad en 2004 y 2005, a los constructores Fernando Martín y Luis del Portillo en 2009 y a Ausbanc en distintos ejercicios. Torres nombró en sustitución de Arbizu para el área de Control Interno a Ana Fernández Manrique, que hasta la fecha era la actual directora de riesgos no financieros.BBVA, por el momento, no ha tomado una decisión sobre el futuro de Asúa. Todo dependerá de la evolución de la caso judicial. Algunos de los imputados continúan trabajando para el banco, a pesar de estar encausados, como Ricardo Gómez Barredo, que es consejero de la filial turca Garanti; Inés Díaz Ochagavía, que está al frente del área de Seguridad; Ignacio Pérez Caballero, director de red de banca comercial de BBVA España y consejero de la franquicia de Seguros; Javier Malagón Navas, que es director financiero de la división mexicana; además de Nazario Campo Campuzano, que es jefe de equipo.Renovación de la cúpulaAlgunas fuentes destacan que no es de extrañar que en los próximos meses, en función del desarrollo de los acontecimientos, el organigrama del segundo mayor grupo financiero de nuestro país dé un vuelco radical. Desde hace meses, en distintos círculos, se da por sentada una renovación profunda del consejo de administración, muy vinculada a la era de FG, además de cargos clave de la dirección ejecutiva. Distintas figuras como las del actual jefe de Auditoría, Joaquín Gortari, y el secretario del órgano rector, Domingo Armengol, penden de un hilo.Se da la circunstancia, además, de que en marzo de 2020 vencen los mandatos como vocales de To-más Alfaro, que fue designado por primera vez en 2006; Carlos Loring Martínez de Irujo, cuyo nombramiento data de 2004; Lourdes Máiz Carro, que lleva en el sillón desde 2014; y Susana Rodríguez Vidarte, que se incorporó en 2002. También tendría que renovar José Manuel González-Páramo, que fue fichado en 2013, pero su permanencia parace más segura por su experiencia y lazos con el Banco Central Europeo, del que fue vicepresidente. González-Páramo fue uno de los candidatos a sustituir a Francisco González el ejercicio pasado, ante la presión del organismo supervisor, aun- que sin funciones ejecutivas.Desde la salida definitiva de FG del grupo, en el mes de marzo, cuando abandonó la presidencia de honor, Torres ha intentado en todo momento desligarse de la trama y de los afectados, haciéndoles responsables de sus hechos. Con anterioridad había llegado a defender a capa y espada a quien fue su antecesor y "mentor y guía".