La petición de imputación por parte de la Fiscalía Anticorrupción del expresidente de BBVA, Francisco González (FG), llega cuatro meses después de que el Ministerio Público comenzara a solicitar las primeras imputaciones de exdirectivos de la entidad. Anticorrupción, que desde el primer momento tuvo bajo su foco a FG en la trama de espionaje protagonizada por el banco, para la que se contrató al excomisario José Manuel Villarejo, ha esperado a tener los indicios contra el expresidente del grupo financiero atados y bien atados, según informan fuentes jurídicas. El Ministerio Público solicitó ayer al magistrado de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, la imputación de González por los presuntos delitos de cohecho y descubrimiento y revelación de secretos. Precisamente, estos son los dos mismos delitos por los que se investiga desde el pasado mes de julio a los seis exdirectivos del banco azul, entre los que están el exconsejero delegado de la entidad, Ángel Cano; el exresponsable del área de Inmobiliario, Antonio Béjar; y el exjefe de Seguridad, Julio Corrochano. Además, el magistrado también imputó a BBVA como entidad jurídica, por cohecho, revelación de secretos y, además, corrupción en los negocios al considerar, según apuntó la Fiscalía, que algún directivo pudo cobrar dádivas de las firmas de Villarejo a cambio de facilitar la contratación. El avance de la investigación y, muy especialmente, la toma de declaración a Antonio Béjar, único imputado que declaró y mostró su disposición a colaborar con la Justicia, ha permitido reunir indicios suficientes para solicitar la imputación de FG. No obstante, el juez, el pasado invierno, cuando saltó a luz el escándalo de los espionajes, ya reseñó en un auto que vigilaba el papel del expresidente en la trama. Espías como parte del paisajeBéjar, que además de responsable del área Inmobiliaria del banco entre 2008 y 2014, posteriormente fue presidente de Distrito Castellana Norte (DCN), admitió ante el juez que su departamento contrató al grupo Cenyt -holding empresarial de Villarejo- para que investigara a determinados clientes morosos del banco, como el exconstructor Fernando Martín y el expresidente de Colonial Luis Portillo. Además, el exjefe de Inmobiliario, aseguró que en aquellos años a nadie extrañaba la colaboración laboral con Cenyt, puesto que todo el mundo daba por asumido que era el equipo de investigadores de BBVA y los definió como "parte del paisaje" del banco. El juez que lleva la investigación ya apuntó en un auto del pasado mes de julio que sospechaba que la cúpula de BBVA "consintió" la contratación del excomisario para tareas de información y espionaje, en vista del "beneficio personal y empresarial" que le reportaban. Según un fragmento del auto de imputación a BBVA, García Castellón veía necesario determinar si el banco puso en marcha medidas para evitar el delito, o si, por el contrario, la ausencia de mecanismos de control y "la tolerancia con prácticas contrarias a la buena fe empresarial" fueron medios de los que el banco pudo haberse valido para facilitar la contratación de Villarejo.ReacciónEscasas horas después de que se conociera este fragmento del auto el 30 de julio, Francisco González rompió su silencio sobre el caso y aseguró en un comunicado que desconocía totalmente que BBVA hubiera contratado a Villarejo para realizar tareas de espionaje y que se enteró por la prensa. El banquero aseguró que durante su presidencia en en el banco, se trabajó bajo unos estrictos estándares de conducta y se actuó dentro de la más estricta legalidad. De hecho, achachó la contratación del expolicía y los posibles hechos ilícitos que se desprendan del caso a una actuación individual. FG se mostró "máximamente interesado" en colaborar con la justicia para esclarecer "lo más rápidamente" las posibles irregularidades que se hayan podido producir. Esta disposición a colaborar la reafirmó ayer, después de conocerse la solicitud de su imputación.Por tanto, fuentes de la investigación esperan que, si finalmente el magistrado acepta la petición de la Fiscalía, acaba imputando al expresidente de BBVA y le llama a declarar que éste comparezca, a diferencia de la estrategia seguida por el resto de exdirectivos investigados que se negaron a declarar, a excepción de Béjar. BBVA contrató, presuntamente, a las firmas de Villarejo entre 2004 y 2017 para diversos trabajos. Entre ellos, según la investigación, le encargó abortar el asalto de Sacyr a la entidad en 2004 y 2005. Para esta tarea, Villarejo, presuntamente pinchó los teléfonos de el expresidente de Sacyr, Luis del Rivero; el empresario Juan Abelló, o el exjefe la Oficina Económica de Moncloa, Miguel Sebastián.