Iberdrola, por medio de su filial norteamericana Avangrid, ha recibido la aprobación de las autoridades de Maine para adquirir la energía producida por el primer parque eólico marino flotante de EEUU, denominado Aqua Ventus y promovido por la Universidad de Maine.Se trata de una instalación experimental de 12 MW –dos turbinas de 6 MW– que empezará a generar energía suficiente para cubrir las necesidades de unos 9.000 hogares en el año 2022. El precio de venta de la electricidad se ha cerrado a 268 dólares por MWh –unos 243 euros por MWh– durante un período de 20 años.Iberdrola también está participando por partida doble en un grupo de trabajo gubernamental –del Laboratorio Nacional de Energías Renovables– para explorar nuevas opciones para las plataformas flotantes de estas aplicaciones eólicas y reducir sus costes. La eléctrica hispana está presente por medio de Avangrid y de Vineyard Wind, una subsidiaria a partes iguales con GIP. En el grupo también figuran EDF, EDP,Equinor, Orsted, Shell y otras compañías.Conservar la exención fiscalPor otro lado, Vineyard Wind le ha solicitado al Gobierno de EEUU que le mantenga íntegras las exenciones fiscales que goza su proyecto de 800 MW frente a las costas de Massachusetts, tras la decisión de la Administración de someterlo a nuevos análisis de impacto ambiental, provocando un retraso sobre el calendario previsto.Vineyard Wind ahora espera ponerse en funcionamiento –si los nuevos estudios no se demoran– en 2022. Originalmente pensaba poner en marcha 400 MW en 2021, logrando un 24 por ciento de crédito fiscal a la inversión (ITC) y otros 400 MW en 2022, con un 15 por ciento de crédito. Como el retraso es sobrevenido y ajeno, negocia mantener el 24 por ciento en 2022.