La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) le debe 1.168 millones de euros a Endesa en pagos atrasados desde hace cuatros años, correspondientes, en su mayoría, a la retribución de la generación en las islas, que la eléctrica realiza en régimen de monopolio regulado. Como la normativa no le reconoce los costes de capital asociados, ya sufre un impacto de 21 millones anuales. El Regulador señala a elEconomista que está pendiente de un informe del Intervención General de la Administración para regularizar la situación.La CNMC se encarga de abonar las actividadas energéticas reguladas, como el transporte y la distribución de gas y electricidad, la producción de las renovables. Entre ellas se encuentra la generación con centrales térmicas convencionales –de carbón y fuel– en los territorios no peninsulares, que en 2019 tienen un coste previsto de 1.460 millones.El Regulador siempre tiene cierto retraso entre el momento en que se desarrolla la actividad regulada y el se recibe el pago correspondiente. A la diferencia se le denomina "coeficiente de cobertura" en la jerga sectorial; es mayor en los primeros meses del año y se va corrigiendo en la sucesivas liquidaciones del ejercicio; en total, hay 14 liquidaciones. El triple de lo normalAtendiendo al tamaño de sus negocios regulados, Endesa debería tener un decalaje en el coefiente de cobertura de unos 400 millones, pero es de 1.168 millones, el triple de lo normal, como destacó la empresa du-rante la última presentación de resultados. La razón estriba en que acumula un retraso de hasta cuatro años en algunos pagos, comos los de la generación en las islas. Estas liquidaciones son particularmente complejas, puesto que tienen en cuenta el coste de los combustibles, el de las emisiones de CO2, el de la generación local con renovables, el precio eléctrico final, los costes operativos, los impuestos a la energía... Endesa considera estos pagos atrasados como un "capital circulante regulatorio" que ya supone el 16 por ciento de la deuda neta y le perjudica en los ratios de solvencia. Además, como la regulación no reconoce el coste de capital por el decalaje del coeficiente de cobertura, sufre un impacto en la cuenta de resultados que –atendiendo a su coste medio del 1,8 por ciento– asciende a 21 millones al año.La empresa indica que está en conversaciones con el Ministerio para la Transición Ecológica y con el Regulador para modificar el mecanismo de liquidación para la generación convencional en las islas. La CNMC señala que espera un informe de la Intervención General de la Administración para regularizar la situación –debida en buena medida al impuesto al 7 por ciento de la generación– que le ha dado un adelanto de 300 millones a la compañía, y que espera corregir el problema en la próxima Circular de acceso a la red.