IAG, el conglomerado dueño de Iberia, British Airlines y Vueling, registró un beneficio de 1.814 millones de enero a septiembre de este año, lo que se traduce en una caída del 6 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2018. "Nuestros resultados se han visto afectados por la huelga convocada por el sindicato de pilotos Balpa y otras incidencias, como la amenaza de huelga por parte de los empleados del aeropuerto de Heathrow. Además, la factura de combustible aumentó 136 millones de euros durante el trimestre, con un aumento de los costes unitarios de combustible del 4,2 por ciento a tipos de cambio constante", explicó Willie Walsh, consejero delegado de IAG.En los nueve primeros meses de 2019, IAG alcanzó unos ingresos de 19.399 millones de euros, un 5,7 por ciento más, mientras que la facturación por pasaje creció un 5,3 por ciento, hasta los 17.185 millones. En el caso del tercer trimestre del año, los ingresos unitarios de pasaje disminuyeron un 1,1 por ciento (un 0,5 por ciento a tipos de cambio constante), mientras que en gasto de combustible el grupo de aerolíneas registró un incremento del 16,1 por ciento.