Grandes empresas como Airbus, que apenas cuentan con un 20 por ciento de mujeres entre sus ingenieros, tienen entre sus objetivos aumentar la diversidad en sus empresas, tanto en el tema del género como en la cultura, para mejorar su productividad. "Queremos subir ese porcentaje. En innovación sabemos la importancia de la diversidad para avanzar en la resolución de problemas. Cuantos más puntos de vista, más formas de trabajar mejor. Queremos captar talento, romper cualquier barrera discriminatoria y para ello hay que aumentar la cantera de mujeres y empezar desde muy abajo, desde los colegios", aseguró Silvia Lazcano, responsable de tecnología de Airbus, durante la entrega de los premios Hipatia-Mujeres en la Ciencia. Así, el diagnóstico en el que coinciden casi todas las mujeres del sector es la dificultad de hacer atractivo el mundo de la tecnología a las niñas por su enfoque social y la pérdida de calidad en la educación, lo que lleva a poner el foco en las escuelas y en los comités de dirección. "Hay que trabajar desde muy abajo con las niñas y tratar de romper los techos de cristal. Cuando se empieza a hablar de ciencia y tecnología, las mujeres se interesan menos que los hombres. Debemos conectar la investigación que se hace en España con la sociedad", reclamó Paloma Domingo, directora general de Fecyt. En este punto, Pilar Belinchón, technical executive IBM SPGI, puso el foco sobre la forma de las mujeres de enfrentarse al mundo y su aspiración de hacer cosas para mejorar la vida de la gente como una de las barreras para que las niñas se decanten por este tipo de carreras. "Actualmente, son muy pocas las acciones sociales que están vinculada a la tecnología. Hay que enseñar a las mujeres en edades tempranas que las STEM pueden ser sociales, que es un medio para hacer cosas y mejorar la vida de la gente. Hay que cambiar los estereotipos". Por su parte, Teresa Suárez, miembro del CIB-CSIC de AMIT, señaló la importancia de aumentar el número de mujeres en los altos cargos y de eliminar las limitaciones. "Entre los cuatro y los seis años las mujeres se sienten menos capaces de hacer cosas por el entorno que las rodea", aseguró.