El Banco de España calcula unas pérdidas de las ventas alimentarias en Norteamérica del 12%El sector denuncia desprotección por parte de la UE y reclama "medidas concretas y contundentes" Justo antes del pronunciamiento oficial hoy de Estados Unidos sobre los aranceles anunciados hace un par de semanas, su presidente, Donald Trump, aseguró ayer que los gravámenes a España se van a mantener, lo que puso en pie de guerra a la industria alimentaria española. El sector se ha unido en una nueva plataforma para exigir a la Unión Europea que "adopte medidas concretas y contundentes", recordando que se puede hacer frente a la amenaza de la Administración Trump imponiendo tasas a productos estadounidenses". Y es que, según recuerdan desde estas plataforma, "Bruselas cuenta con la aprobación de la Organización Mundial de Comercio para imponer tasas a productos estadounidenses por valor de 4.000 millones de dólares (3.600 millones de euros", que no se llegaron a aplicar. Lideradas por Fiab, las patronales del aceite, la industria cárnica, el vino, las aceitunas, los zumos, las bebidas espirituosas, las lácteas y los preparados vegetales, junto a las cooperativas y representantes del sector primario (Coag, Asaja y UPA) rechazan desde esta nueva organización empresarial la imposición de aranceles en Estados Unidos a sus productos como represalia por el conflicto contra Airbus en el marco de la OMC. En este sentido, reclaman tanto al Gobierno de España como a la Unión Europea "la máxima implicación y firmeza ante esta amenaza a uno de los sectores más dinámicos de la economía española como es el agroalimentario".Para la industria agroalimentaria española, la decisión adoptada por la Administración Trump responde a "una medida injusta y perjudicial" e insisten en "incrementar la presión negociadora hasta el último momento, tanto en las relaciones directas del Ejecutivo español con Estados Unidos, como por parte de la Unión Europea, para llegar a un acuerdo que evite la aplicación de los aranceles o al menos su congelación".Intervención al más alto nivel"No queremos ser moneda de cambio en una disputa ajena. Es fundamental la intervención al más alto nivel del Gobierno, la Comisión Europea y de los países aliados para evitar una guerra comercial abierta que será perjudicial en todas las direcciones", señalan desde la plataforma.Además, la organización considera necesario que se empiece a trabajar de manera conjunta con los sectores en un plan concreto para la compensación a los afectados que pueda paliar el efecto negativo que provocarán los aranceles. "Estas medidas deberían ser efectivas a partir del día 19 de octubre, un día después de la fecha que está prevista que los aranceles entren en vigor, hasta que se llegue a una solución pactada. Además, en el caso de la aceituna negra las medidas de compensación deben incluir el daño sufrido desde el 28 de noviembre de 2017", afirman.Ventas de 1.843 millonesCon 1.843,47 millones exportados en 2018, EEUU es el primer mercado de destino de las exportaciones alimentarias tras la UE. Según un informe publicado ayer por el Banco de España, los aranceles de Trump implicarían un descenso de las ventas a este país del 12 por ciento, lo que según la industria significaría además la eliminación de 5.000 empleos. Con todo, en términos macroeconómicos, el impacto es relativo: supone solo un 0,01 por ciento del PIB. De hecho, Nadia Calviño, ministra de Economía y Em-presa en funciones, ha asegurado que el impacto de los aranceles en España iba a ser más social que económico.Desde el Consejo Sectorial de Cooperativas Agrarias se ha ido un paso más allá, pidiendo "medidas de Estado para un conflicto de Estados, que debe resolverse en el seno de la Unión Europea, al estar permitiendo la ruptura del mercado único y que se produzcan agravios comparativos entre sus países miembro". El presidente del Consejo, Gabriel Cabello, lamenta que en el caso de la aceituna, sea el propio sector el que está costeando su defensa. "No entendemos que al igual que EEUU ha tomado parte activa, actuando a favor de las empresas de aceituna californianas, el Gobierno de España y la Unión Europea no estén demostrando la misma implicación", asegura Cabello.