Francisco Gómez dice que la ampliación de 2016 fue avalada por el supervisorEl que fue consejero delegado del Banco Popular desde 2013 hasta el verano de 2016, Francisco Gómez, acusó ayer al expresidente de la entidad, Emilio Saracho, de "temerario". Gómez, que compareció ante el magistrado de la Audiencia Nacional en calidad de investigado, aseguró que el hecho de que el banco, bajo la gestión de Saracho, comunicara al mercado el 3 de abril de 2017 la necesidad de que la entidad reexpresara sus cuentas fue un acto temerario y sobreactuado, que dejó al consejo de administración del Popular "sin margen de maniobra". El magistrado José Luis Calama, durante la toma de declaración al expresidente del banco hace dos semanas, refirió a Saracho que el anuncio de la reexpresión parece haberse hecho de forma intencionada para crear una cadena de malas noticias sobre el Popular en la primavera de 2017 que desestabilizara la entidad y su valor en bolsa. Gómez aseguró que fue un hecho relevante "provocado" por el entonces presidente. Por otro lado, el ex consejero delegado defendió la ampliación de capital de 2016. El juez investiga si las cuentas sobre las que se basó la operación eran veraces y si se dio la orden a los equipos comerciales de colocársela a los clientes particulares, extremo al que apuntó Saracho en su declaración. Gómez negó este último asunto y aseguró que dicha operativa está expresamente prohibida. Además, apuntó que la ampliación de capital estaba asegurada al cien por cien; un 97 por ciento por los bancos colocadores y el otro 3 por ciento restante por Allianz. El ex consejero delegado aseguró que tenía confianza en el banco puesto que, junto a sus hijas, tenía 600.000 euros invertidos en el Popular, que perdió tras la resolución del 7 de junio de 2017. Gómez siguió en su declaración la misma línea ya mostrada por Roberto Higuera, vicepresidente de la entidad en la etapa de Ángel Ron, durante su comparecencia. Al igual que Higuera, el ex consejero delegado aseguró ante el juez que todas las operaciones que hizo el Popular estuvieron avaladas y controladas por el Banco de España. Por otro lado, respecto a la tasación de los activos inmobiliarios del Popular -se investigan si estaban bien valorados o se ocultaron pérdidas por su deterioro-, Gómez negó que estuvieran mal valorados, porque se vendieron año tras año con plusvalías de 2.000 millones de euros. No obstante, reconoció que no fue buena idea que el banco hubiera invertido tanto en ladrillo. Sociedades en LuxemburgoFinalmente, respecto al presunto entramado de sociedades opacas que tenía el Popular en Luxemburgo para financiarse ilegalmente gestionadas a través de Thesan Capital, el ex consejero delegado dijo que decidieron dejar estas empresas fuera del perímetro del banco, hecho que pasó sin objeción alguna por parte de la central de información de riesgos del Banco de España (Cirbe). Además, justificó que el auditor también estaba de acuerdo con esta práctica. Según la Agencia Tributaria, el Popular llegó a acuerdos con Thesan encaminados a ocultar operaciones de financiación por hasta 197 millones, concedidas por la entidad a sociedades españolas.