El fondo británico Equitix desembarca en España. Tal y como ha podido saber elEconomista, ha firmado la compra del 55 por ciento de Telecom Castilla La Mancha, que estaba gestionado por el fondo español GED. Esta compañía cuenta con unos 1.100 emplazamientos radioeléctricos para la prestación de servicios de televisión, radio y telefonía móvil. La operación está sujeta, por el momento, a la aprobación por parte de las autoridades de competencia.De esta forma, se pone fin al proceso iniciado a principios de año, cuando un grupo de accionistas contrató a ING para coordinar un proceso de venta al que invitó a fondos de capital privado, de infraestructuras e industriales que pudieran aprovechar sinergias. El paquete que ha comprado Equitix comprende las participaciones de CCM Corporación –la parte empresarial de la antigua Caja de Castilla-La Mancha– y la del grupo Teleseñal. Permanece en el accionariado la Junta de Castilla La Mancha con un 45 por ciento. La parte de CCM era del 20 por ciento, mientras que la de Teleseñal (35 por ciento) estaba gestionada también por el fondo español GED, que ostentaba el 17,5 por ciento desde que compró en 2015 el negocio de gestión de fondos de infraestructuras a Ahorro Corporación. Así, GED ya solo tiene dos participadas de Ahorro Corporación: Aseguramiento Técnico de la Calidad (las ITV de la Comunidad Valenciana) y Terminal de Graneles Agroalimentarios de Santander (TASA). En la actualidad, la gestora española va a comenzar la captación de recursos (fundraising) para su nuevo fondo de infraestructuras y gestiona parte del programa de inversión sostenible del BEI en Andalucía.Esta transacción supone la llegada de un nuevo jugador al mercado español de infraestructuras, que lleva analizando oportunidades varios meses en España e incluso han estudiado abrir oficina aquí. Por el momento, Juan Sánchez Salas coordina desde Londres las operaciones. Equitix lanzó en 2018 su primer fondo enfocado en el mercado europeo, con el que aspira a realizar operaciones en España, Alemania, Francia y Bélgica. Por ejemplo, fue uno de los ofertantes por los activos de DIF, que acabaron en manos de Brookfield, tal y como adelantó este diario.