La industria alimentaria española se moviliza frente a los aranceles anunciados por el Gobierno de Donald Trump en Estados Unidos. Las nuevas tasas que pondrá en marcha la Casa Blanca tendrán un im-pacto de 1.270 millones en las exportaciones españolas, de los que una inmensa mayoría afectará al sector agroalimentario. Ante este anuncio, la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab) emitió ayer una nota en la que reclama al Gobierno de España y a las autoridades europeas "la máxima colaboración para evitar la imposición de aranceles a algunos alimentos y bebidas españoles con la que Estados Unidos ha amenazado a Europa". Tras el anuncio de los productos que podrían verse afectados, Fiab no oculta la enorme preocupación que hay en el sector por las repercursiones que la política arancelaria norteamericana puede tener en esta industria."Esta política arancelaria, cuyo único objetivo es causar el mayor daño económico y político posible a Europa, encierra a la industria de alimentación y bebidas dentro de esta guerra comercial con la consecuente pérdida de competitividad para las empresas españolas frente a otros operadores internacionales y la repercusión negativa en el empleo nacional", señala Mauricio García de Quevedo, director general de Fiab. La Federación advierte de las secuelas que la imposición de estos aranceles tendría no solo sobre los sectores directamente afectados, sino también en un número importante de sectores relacionados como son el primario, la distribución, o el transporte y que, de forma conjunta y con la industria de alimentación y bebidas, representan una parte fundamental de la economía española.