El Banco Santander abre la puerta a pagar en acciones parte del dividendo a cargo de los resultados de este año, según apuntan fuentes cercanas a la entidad. El grupo financiero anunció el año pasado que repartiría todo el dividendo en efectivo de cara a los beneficios de 2019, un objetivo que ahora se tambalea. Este año iba a ser el primero que la entidad recuperara la remuneración a sus accionistas totalmente en efectivo, tras suprimir esta modalidad con la crisis económica. Sin embargo, esa idea se difumina tras el impacto que sufrirán las cuentas del banco por los deterioros de su filial en Reino Unido. Concretamente, el Santander anunció en la noche del martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que el negocio en el país británico sufrirá un impacto negativo de 1.500 millones de euros por la incertidumbre económica que provoca el Brexit, sumado también a un cambio regulatorio que obliga a separar el negocio minorista del de banca de inversión. El golpe de esos 1.500 millones sí tendrán un impacto en el beneficio atribuido del grupo de 2019. Sin embargo, el banco aclaró que no afectará al beneficio ordinario (antes de saneamientos), que es la línea de la cuenta de resultados que se mira para realizar el pago a los accionistas y, por lo tanto, mantendrá el payout (porcentaje del beneficio que se reparte a los accionistas) prometido para el ejercicio 2019, que oscila entre el 40 por ciento y el 50 por ciento. Los analistas prevén que el grupo cierre el año con un beneficio de 7.778 millones de euros, 32 millones de euros menos que a cierre de 2018.Opciones de abonoNo obstante, el grupo que encabeza Ana Botín buscará realizar ajustes para compensar los menores beneficios en el resultado y uno de ellos puede venir a través de la retribución al accionista. El banco iba a dar el dividendo este año en dos tramos. El primero fue anunciado el martes. El consejo de administración de la entidad ha aprobado un primer pago en efectivo de 0,1 céntimos por acción, a cargo de los resultados de 2019. Ahora, queda conocer cuál será la modalidad elegida por el consejo del grupo para abonar el segundo tramo. De momento, hay tres opciones: que mantenga el compromiso anunciado y realice el pago en efectivo, alternativa que está en estudio por su impacto en las cuentas; un abono completamente a través de acciones, lo que permitiría al banco retener capital por unos 2.000 millones de euros y a la par reforzar su solvencia; y una tercera opción híbrida, que consistiría en pagar parte del dividendo en acciones y otra parte en efectivo. De momento, esta última opción es la que cobra más fuerza, según apuntan las mismas fuentes. Imitación de otras entidadesEl hecho de que el Santander, la mayor entidad del país, abra la puerta a volver a pagar en acciones su-pondría un parapeto para el resto de entidades españolas, que podrían aferrarse a este modelo de retribución para proteger sus cuentas en momentos adversos y teniendo en cuenta que, según el Banco Central Europeo (BCE), se avecina una crisis a la vuelta de la esquina. Los analistas apuntan a que el scrip dividend (jerga del mercado con la que se conoce la retribución al accionista a través de títulos) es una posibilidad que podrían empezar a plantearse algunas entidades bancarias además de la cántabra, como Banco Sabadell. El consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez, ya abrió la puerta en febrero de 2019 a la posibilidad de guardarse bajo la manga el as de retomar el scrip. No obstante, en sus últimas declaraciones en público había defendido que mantenían la retribución a los accionistas anunciada. Concretamente, la semana pasada y durante su intervención en el II Foro de Banca, organizado por elEconomista, destacó que solo un escenario de crisis muy aguda provocaría la vuelta al dividendo en acciones, una situación no prevista entonces. El número dos del banco aseguró también que la solvencia de la banca española es muy buena, en relación a que se podía mantener el payout y el pago en efectivo. Álvarez ha sido uno de los ejecutivos bancarios más contundentes contra las recomendaciones del Banco de España a las entidades a ser discretos con el reparto de dividendo y volver al scrip para reforzar su capital. La subgobernadora del organismo, Margarita Delgado, ha recriminado este año en varias ocasiones al sector el perjuicio que supone para su solvencia la retribución al accionista en efectivo y el beneficio de repartir títulos. "Esta política permite aunar la necesaria retribución del capital con la generación orgánica del mismo, si bien acarrea inevitablemente una cierta dilución del beneficio por acción, como por otro lado sucede siempre que se realizan ampliaciones de capital", dijo a inicios de julio. Sin embargo, hasta el momento el conjunto del sector financiero se había mantenido fuerte en la idea de poder dar un balón de oxígeno a los inversores, a través del reparto de los dividendos en efectivo, como recompensa por la confianza y paciencia demostrada tras varios años de recibir acciones desde la crisis económica.