Comapa, la empresa cárnica investigada por un presunto fraude en la venta de jamón y que había sido denunciada por vender producto polaco como si fuera español a tan solo 25 euros la pieza, ha presentado concurso de acreedores. La decisión viene acompañada, además, de la dimisión en bloque de todo el consejo de administración, que había tomado el mando el pasado 11 de abril. Ese día, el grupo catalán Vall Companys, accionista de referencia con el 29,83 por ciento de las acciones, asumió la gestión de la compañía, apartando de la misma a los hermanos Álvarez, a los que acusa ahora de la quiebra. En un comunicado remitido ayer, la compañía recuerda que acordó "relevar de los órganos de administración y dirección a los hermanos David y Jaime Álvarez, debido a una negligente gestión al frente de la empresa", que "se significaba por emplear prácticas comerciales e industriales agresivas, no sostenibles y que han puesto en riesgo la viabilidad empresarial de la compañía".De acuerdo con los datos que figuran en el Registro Mercantil, la firma, que facturó 452 millones de euros en 2017, el último ejercicio con cuentas publicadas, suma una deuda de unos 200 millones de euros. El pasado 20 de mayo, y al amparo de la Ley Concursal, la nueva dirección acordó ya comunicar al juzgado el preconcurso de acreedores, con el fin de ordenar la situación de la compañía después de la gestión de la anterior dirección. No obstante, según asegura ahora, durante este período no ha sido posible alcanzar una solución que permita la viabilidad del negocio, motivo por el cual se ha presentado el concurso. En el comunicado remitido ayer, Comapa asegura que ha trabajado fundamentalmente en tres líneas de actuación: analizar la situación económica y comercial de la compañía, garantizar las relaciones con las entidades financieras y de gestión de riesgo comercial, y minimizar el impacto del preconcurso en clientes y proveedores.Según dice, "estos trabajos han permitido distinguir operaciones de carácter ordinario de otras operaciones no sostenibles llevadas a cabo por David y Jaime Álvarez, que caracterizaron la gestión diaria de la compañía hasta el 11 de abril de 2019". Desde ahora, un equipo legal administrará la compañía a lo largo de la fase del concurso de acreedores para facilitar las relaciones con clientes y proveedores.A la espera de un posible convenio de acreedores que evite la liquidación de la compañía, los Álvarez siguen siendo accionistas de Comapa a través de la sociedad patrimonial Fleku Treinta, que tiene el 10,78 por ciento del capital. El 42,61 por ciento está en manos de la sociedad Les Pedreres, representada por Blai Parés, presidente no ejecutivo hasta ahora de la compañía y el 10,77 por ciento restante, al margen de la participación de Vall Companys, es propiedad de Inmo Habitat Inversión, una firma controlada por la sociedad suiza Conver Holding.