Los banqueros españoles se comprometieron ayer a no cobrar a los particulares por los depósitos ante las nuevas medidas impulsadas por el BCE y por el alargamiento de los tipos de interés ultrabajos o en negativo hasta 2023. Los consejeros delegados del Santander, José Antonio Álvarez; CaixaBank, Gonzalo Gortázar; Bankia, José Sevilla; y Sabadell, Jaume Guardiola, coincidieron en garantizar que no habrá un traslado de un euribor bajo cero en los clientes minoristas.En el II Foro de Banca organizado por elEconomista y patrocinado por Oesía, los responsables de estas cuatro grandes entidades quisieron dejar clara esta postura estratégica ante las dudas de algunos expertos, que auguran que de extenderse en el tiempo la política monetaria expansiva del BCE los hogares también tendrán que pagar un interés por las imposiciones a plazo, como ya lo hacen desde enero las compañías no financieras."No lo veo", así de tajante se mostró, por ejemplo, el número dos del Santander, o "eso no va a pasar", señaló tajante su homólogo del Sabadell al ser preguntado por si el sector aplicará tasas negativas por el ahorro de los ciudadanos.De esta manera, los representantes de estas cuatro grandes entidades intentaban zanjar un debate que reconoció el propio consejero delegado del Sabadell al asegurar que "cada uno tiene su teoría".Todos se mostraron contrarios a la penalización de hasta el 0,5 por ciento que tiene el sistema financiero por su exceso de liquidez al llevarlo a la ventanilla del BCE y a los desequilibrios entre los ahorradores y los prestatarios. "El incentivo del ahorro, y de esto tenemos bastantes quejas, el ahorrador sale perjudicado frente al que toma un crédito", señaló el consejero delegado, quien añadió que los bancos ya aplican desde hace tiempo, "en algunos casos" tipos negativos en las operaciones de custodia y contrapartida de las grandes corporaciones.Para Gortázar, el sector tiene que andarse con pies de plomo al guardar el dinero de los depositantes. A su juicio, quien gestiona este producto tiene que ir con cuidado, tiene que ir con cinturón, con tirantes, con todas las protecciones habidas y por haber". De lo contrario, tal y como ha advertido el propio BCE, podría haber una fuga masiva del dinero que tienen las familias en las entidades si se cobra por las imposiciones. Actividad poco atractivaEl consejero delegado de CaixaBank sostuvo también que esta actividad tradicional del sector, los depósitos, se ha vuelto poco atractiva para el sector por las medidas del BCE y otras cargas que tiene que asumir. El directivo de la entidad de origen catalán explicó que los bancos tienen que afrontar un coste marginal de hasta el 0,5 por ciento por la ventanilla del organismo monetario, además de otros 18 puntos por la contribución al Fondo de Garantía y 3 puntos por impuestos sobre estos productos.De esta manera reflejaba la alta factura que tiene que asumir el sector financiero por el ahorro de los ciudadanos, que está lastrando la cuenta de resultados de las entidades en un momento en que el mercado y los supervisores exigen un aumento de las rentabilidades sobre recursos propios y un alza en sus niveles de solvencia.Este escenario, según Sevilla, obliga a la banca "a reflexionar sobre su modelo de negocio" y plantear alternativas para el corto y medio plazo. El consejero delegado de Bankia se lamentó de que los tipos de interés estén en tasas negativas muy superiores a las previstas hace uno o dos años.En la actualidad, las entidades pagan de media por el nuevo dinero depositado a los particulares entre un 0,04 o un 0,05 por ciento, en función de si éste se guarda en una cuenta a la vista o en una a plazo. Por contra, desde enero las empresas tienen que abonar un coste de una tasa media del 0,15 por ciento. En julio, este interés se situaba en el 0,09 por ciento, el segundo más elevado de toda Europa, solo por debajo de Luxemburgo.Los cuatro consejeros delegados también aprovecharon el acto para reclamar a las autoridades una igualdad de trato con las grandes tecnológicas que entren el segmento financiero en los próximos años para que las reglas del juego sean comunes y no haya un arbitraje normativo. Además, destacaron que pese a la crisis y la mala imagen del sector por determinados productos, la confianza en la banca está a prueba de bombas.En este sentido, el número dos del Santander destacó que esta confianza es "un gran activo" que las entidades tienen que preservar para hacer frente a los gigantes de internet. Y remarcó la seguridad del sector español frente a los ataques cibernéticos. "Los niveles de fraude son los más bajos del mundo", subrayó Álvarez.Los banqueros criticaron que Europa ha sido torpe en cuento a la apertura solo de los datos de las entidades a terceros con la nueva regulación sobre los sistemas de pagos. "Geopolíticamente ha sido torpe Europa", señaló el consejero delegado del Sabadell. "Debería haber puesto precio a este activo tan valioso", consideró en referencia a una cierta protección de los intereses comunitarios frente a los estadounidenses, ya que toda esa información servirá para que las grandes tecnológicas, norteamericanas, compitan directamente con el sistema del Viejo Continente.