Telefónica considera la puesta en marcha de un nuevo Plan de Suspensión Individual (PSI) en España, una vez concluido a finales del año pasado el programa anterior. El asunto promete convertirse en materia de análisis y debate durante los próximos meses entre la filial española de Telefónica y los sindicatos, según apuntan fuentes conocedoras de la situación. Posiblemente, ese asunto también formará parte de las consideraciones del consejo de administración que hoy ocupará al órgano de gobierno de Telefónica, encuentro que tradicionalmente se celebra la última semana de cada mes y que, en esta ocasión, se ha adelantado ante la preocupación que impera en la compañía por su rendimiento en bolsa. Al cierre de ayer, el grupo cerró con un valor de 6,66 euros por acción, después de que el pasado agosto cotizara en mínimos desde el siglo pasado.A partir de ahora, y ante la conveniencia de seguir reduciendo costes a medio y largo plazo, así como de ajustar la plantilla a las nuevas necesidades del mercado, la filial española evalúa las ventajas e inconvenientes de una nueva extensión de la propuesta de bajas incentivadas. Si la historia lograra repetirse, a esa oferta podrían adherirse los mayores con 53 años con más de 15 años de actividad en Telefónica España, Telefónica Móviles España o Telefónica Soluciones. Esas fueron las condiciones acordadas por la compañía y los sindicatos en el otoño de 2015, requisitos que posteriormente fueron prorrogados en dos ocasiones hasta agotar su vigencia en diciembre de 2018. En el último Plan de Suspensión Individual, los 6.500 trabajadores que se acogieron al PSI acordaron recibir el 68 por ciento del salario hasta la fecha de su jubilación, periodo durante el cual Telefónica se compromete a cubrir el coste de las cotizaciones a la Seguridad Social, sin que dicho pago suponga un menoscabo para las arcas públicas. El consejo de administración de Telefónica previsto para hoy también podría abordar todo tipo de medidas que pudieran reanimar el valor en bolsa, como la reconsideración de futuras desinversiones en el caso de que las condiciones de las eventuales ofertas resulten adecuadas. Entre ellas podría tomarse a consideración la permanencia en ciertos países latinoamericanos, como es el caso de Ecuador, como ya informó elEconomista el pasado 6 de septiembre. Otras fuentes aventuran una eventual recompra de capital con vistas a futuras amortizaciones. Asimismo, el mercado apunta la posibilidad de analizar un gran plan de ajustes de gastos en la multinacional, lo que podría impactar en una plantilla promedio, ahora formada por 118.300 trabajadores. Según se desprende de los últimos resultados trimestrales (entre los pasados meses de abril a junio), los gastos de personal del Grupo Telefónica aumentaron un 5,5 por ciento interanual en el trimestre (el mismo porcentaje que en el primer semestre del año). Esa magnitud resultó afectada por la actualización de salarios en Argentina y mayores gastos en el Reino Unido. En sentido contrario, se produjeron rebajas en estos gastos de personal por ajustes laborales puestos en marcha en España, Brasil y, especialmente, Alemania. Según los datos públicos de la compañía, el Grupo Telefónica ya registró 21 millones de provisiones por gastos de reestructuración en el segundo trimestre del año (17 millones de ellos en Telefónica Deutschland), que afectan a las partidas de gastos de personal. Durante 2018, los gastos de ajustes laborales se cifraron en 363 millones de euros, frente a los 219 millones de 2017 y los 1.290 millones de 2016. De todo lo anterior se desprende que dichas partidas rozaron los 1.893 millones desde principio de 2016.€Al inicio de este verano, Telefónica España se dirigió a los Comités Intercentros de las tres jurídicas integrantes del Convenio de Empresas Vinculadas (CEV, formado por Telefónica de España, Telefónica Móviles y Telefónica Soluciones), para apremiarles para que ratifiquen la propuesta para dar comienzo de la negociación del II CEV, según indican fuentes sindicales. A grandes rasgos, los sindicatos mayoritariamente representados en Telefónica dedicarán la mayor parte de su empeño negociado en salvaguardar y garantizar la creación de empleo, la no movilidad forzosa geográfica, ni tampoco la segregación obligada, junto con mejoras retributivas y de conciliación laboral.