Anticorrupción señala que el organismo debió pedir más información a la entidadLa Fiscalía Anticorrupción carga contra la supervisión del Banco de España durante la creación de Bankia y su salida a bolsa. La fiscal Carmen Launa aseguró ayer que hubo "deficiencias" y "defectos" en la labor del organismo, en esa fecha encabezado por Miguel Ángel Fernández Ordóñez. La representante del Ministerio Público señaló que el supervisor tendría que haber requerido mayores comprobaciones y estudios de los informes y los datos que recibió de la entidad financiera. A su juicio, el Banco de España erró especialmente en dos aspectos: no analizar bien el incorrecto cómputo de capital que Bancaja trasladó a Bankia ni controlar que la entidad cargara el coste de las prejubilaciones que realizó tras la integración de las siete cajas contra reservas, en vez de contra resultados. No obstante, a pesar del análisis que hizo sobre la labor de vigilancia del organismo, exculpó totalmente al Banco de España de cualquier responsabilidad en los delitos que se juzgan, la falsedad de las cuentas de Bankia y la estafa a los inversores. Según Launa, en la labor del organismo hubo "deficiencias administrativas", pero no concurrieron actos dolosos. Verdad "semioculta"La fiscal señala que el Banco de España desconocía la realidad del estado contable de la entidad, porque sus entonces gestores, encabezados por Rodrigo Rato como presidente, le presentaron una versión "semioculta" de la situación. Asimismo, apunta a que ningún exresponsable de Bankia hizo llegar al supervisor el informe de PwC, que determinó que las pérdidas para el banco en un entorno de crisis po-drían alcanzar los 10.600 millones de euros, hasta un 61 por ciento más de lo estimado por la entidad, y por tanto planteaba la necesidad de realizar más ajustes. Por otro lado, la fiscal también señaló que la antigua cúpula de la entidad realizó el cargo de las prejubilaciones contra reservas sin pedir el aval del Banco de España y que después remitió al supervisor una explicación "ambigua" de la operación. Según Launa, el hecho de que el trabajo de supervisor fuera deficiente no quita responsabilidad a la gestión de los entonces gestores del banco, que ocultaron la realidad de la entidad de forma voluntaria. La fiscal rebate así uno de los principales argumentos de defensa de los acusados, que justifican que la salida a bolsa de Bankia siempre estuvo avalada por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Respecto a este último organismo, Launa asegura que la competencia del regulador no es verificar la realidad de las cuentas de una entidad, sino ver que aporta al mercado toda la información necesaria. Así, destaca que la CNMV exigió a Bankia "más allá de lo exigible" y "toda la información que creyó competente", y que fue el entonces director financiero de la entidad, Ildefonso Sánchez Barcoj, el que seleccionó e incorporó toda la información del folleto que serviría para atraer a los futuros inversores.