Defiende una rentabilidad suficiente para seguir atrayendo a los inversoresLos principales directivos del sector gasista español solicitan a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) seguridad jurídica a través de una regulación que sea coherente y que establezca una retribución adecuada durante toda la vida útil de las empresas del sector. Así lo demandaron durante sus intervenciones en el IV Foro Anual de Energía, organizado por elEconomista, en el que debatieron sobre el futuro del sector en relación a la propuesta del regulador para recortar la retribución que deben recibir las empresas gasistas.Antonio Llardén, presidente de Enagás, apuntó que lo "fundamental de la nueva regulación es que sea coherente y que permita cumplir con los objetivos medioambientales que se marcan desde la UE". Destacó que es muy importante que el nuevo modelo "permita que el sistema funcione con costes muy eficientes y sea capaz de asegurar la estabilidad económica y empresarial de los operadores gasistas".Por su parte, Nuria Rodríguez, consejera delegada de Nedgia, incidió en que esperan que "en esta nueva etapa el regulador nos permita afrontar los retos de la transición energética con una rentabilidad razonable para los inversores y con precios competitivos para los usuarios".El presidente de Nortegas, Conrado Navarro, aprovechó su intervención para poner sobre la mesa la necesidad de un marco legal claro y una remuneración estable, ya que las redes "son inversiones a 40 años vista". Así, destacó que la nueva regulación debería tener en cuenta a los grandes fondos de inversión que quieren financiar las redes y que buscan una rentabilidad a largo plazo. "Ahora mismo están esperando el resultado de esta nueva regulación", aseguró.Fernando Bergasa, presidente de Redexis, lanzó un mensaje al regulador: "No hay tanto tiempo para hacer esa reflexión y para crear incentivos para que España vaya al mismo ritmo que las grandes economías del mundo". Así, cree que sería "una tragedia que nuestro país, que siempre ha ido liderando este mercado, pierda ahora un tren que ya está saliendo de la estación". "Hay urgencia por definir incentivos para que se desarrolle toda la transición energética y estos deben incluir a las redes como elemento esencial", apuntó Bergasa.En esta línea, Carlos Collantes, presidente de Reganosa, apuntó que las redes de gas, lejos de ser el problema, son claves para el nuevo mix energético, ya que una parte de la demanda sera muy difícil de electrificar o será poco eficiente hacerlo".Mientras, José Luis López de Silanes, presidente de CLH, defendió el papel del petróleo, que es ahora "el patito feo", pero "va a jugar un papel muy importante en la transición". Según el directivo, el 85 por ciento del transporte se hará con petróleo en el año 2030. "En España el punto más alto de consumo fue antes de la crisis, en 2007. Después cayó un 20 por ciento y ya hemos recuperado 15 puntos", abundó.Por su parte, Víctor M. Pérez, MED & Spain Energy Leader de EY, subrayó que "en los próximos diez años nos jugamos que redes muy robustas que se están adaptando a la transición sean capaces de adaptarse a las tecnologías para las nuevas funcionalidades que demandan los clientes, por lo que no tenemos que aislarnos de lo que pasa en el resto del mundo".