Reclaman incentivos para orientar la inversión y acelerar todo el proceso de transición Consideran que el precio del CO2 es una buena herramienta para fomentar la energía limpiaLas grandes empresas energéticas reclaman un marco estable para invertir y abordar con éxito el proceso de descarbonización, que debe ser rápido, pero a la par flexible, para evitar fallos como el desarrollo prematuro, oneroso y contraproducente de tecnologías inmaduras, algo que puede suceder con el coche eléctrico. Así se han manifestado en el IV Foro Anual de Energía, organizado por elEconomista, que tuvo lugar ayer en Madrid. Patrocinado por EY, Naturgy, Ence, Redexis, Siemens Gamesa, Gesternova, Viesgo, Aldro, Engie, BP y HomeServe, se celebró bajo el epígrafe Estrategia energética a 2050 y contó con la participación de más de 40 compañías.En la primera mesa del evento, titulada Cómo afrontan las empresas la estrategia energética a 2050, los representantes de grandes firmas abordaron cuestiones como la capacidad de las renovables y la eficiencia, el futuro de los vehículos convencionales y los eléctricos, el papel del petróleo y el gas a mediados de siglo, la reforma fiscal o la aplicación de prohibiciones como arma regulatoria.…Rui Teixeira, consejero delegado de EDP, intervino en primer lugar, señalando la necesidad de actuar localmente para alcanzar los objetivos climáticos globales: debe haber un incremento muy importante en el consumo eléctrico con renovables, "que subirá seis o siete veces más que otros energías". En su opinión, "el reto no es la tecnología, sino la estrategia; el diseño de las políticas y los plazos de la transición".Rafael Mateo, consejero delegado de Acciona Energía, pidió una transición rápida –"no hay que dejar a nadie atrás, pero si no se hace rápido no es una transición"– y recordó que la ONU da un plazo de 12 años como mucho para actuar y que el coste de la inacción será superior al de la actuación. Dijo que la transición funciona sola, gracias a la tecnología, "excepto allí donde hay que empujarla por Ley para levantar las barreras de actores con activos que quedarán varados". Oferta más diversificadaPedro Miró, consejero delegado de Cepsa, señaló el enfoque de su compañía en sus activos, la movilidad y los hogares, con especial hincapié en la necesidad de "disponer de una oferta energética lo más diversificada que sea posible". Recordó que la AIE espera que la demanda de crudo se mantenga en un 25 por ciento a mediados de siglo, frente al 31 por ciento actual.Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, apuntó que su compañía ve el proceso con ilusión y anunció que, según Goldman Sachs, Repsol es la firma que más va a invertir, en relación a su Capex, en descarbonización. También reclamó "objetivos razonables" y señaló que España "está haciendo sus deberes", aunque rechazó los anuncios de prohibiciones, como la de los vehículos de gasóleo, "porque se asusta a la gente". A su juicio, el problema de la movilidad está en el parque de automóviles, "que es viejo, y si la gente demora el cambio de vehículo se emite más". Pidió evitar "debates no realistas" que trasladan el problema de las emisiones a países menos estrictos y calcular las emisiones de los vehículos durante todo su ciclo de vida: "Hay que ser muy ambiciosos, pero de forma seria, realista y basados en las capacidades industriales de España", porque de las 10 primeras empresas exportadoras, siete son fabricantes de automóviles.Ángeles Santamaría, consejera delegada de Iberdrola España, recordó que su empresa "se ha anticipado" a la descarbonización con su apuesta por las renovables, y afirmó que se puede superar el 60 por ciento de electricidad en el uso final de la energía, ampliándola a los usos residenciales y al transporte, "porque tenemos la tecnología, incluso a precios mejores". No obstante, recalcó que "hacen falta incentivos" para impulsar un proceso que es una "tremenda" oportunidad para España: "Debemos ponernos a trabajar ya, porque tenemos la tecnología y seremos capaces de ir sustituyendo las tecnologías convencionales por renovables".Un plan energético ambiciosoJosé Bogas, consejero delegado de Endesa, consideró clave que "las decisiones a corto plazo no hipotequen los objetivos a largo plazo, sino que faciliten alcanzarlos". Consideró que España tiene "un plan satisfactoriamente ambicioso", pero sin materializar, y pidió más esfuerzo para electrificar la economía. Incidió en la necesidad de bajar el precio de la electricidad y en redefinir las tarifas: "Tenemos una tarifa eléctrica totalmente anacrónica", porque los contadores inteligentes y la digitalización ofrecen muchas oportunidades. Consideró fundamental resolver el problema de la transición justa: "No podemos crear una transición en que unos ganen y otros sobren". Preguntado por sus expectativas sobre el petróleo a 2050, dijo que "lo veo mal", aunque matizó que "hay mucho camino por recorrer; supongo que el petróleo se usará en otra cosas".Luis Aires, presidente de BP España, incidió en que la apuesta del Gobierno por el vehículo eléctrico en detrimento de otras tecnologías es "contraria a la legislación comunitaria" y pidió una tramitación urgente de la Ley de transición energética "para acabar con la incertidumbre actual", que está hundiendo las ventas de vehículos un 10 por ciento al mes. Reclamó "una señal de precio del CO2 para incentivar inversiones en tecnología limpias y desincentivar las contaminantes" e insistió en la necesidad de investigar otros usos de los hidrocarburos. En 2050 habrá, según la AIE, 70 millones de barriles diarios, frente a los 100 millones actuales; "por eso debemos seguir invirtiendo en petróleo y gas, para disponer de ellos y para reducir sus emisiones, con especial hincapié en las refinerías, lo que es una oportunidad para el país".Nuevos modelos de consumoLoreto Ordóñez, consejera delegada de Engie, consideró que es imposible llegar a una descarbonización total "sin nuevos modelos de consumo que permitan un uso más eficiente de la energía". Pidió inversiones masivas en energía verde y disponer de seguridad de suministro. Consideró que el gas es la tecnología de respaldo para el sistema durante las dos próximas décadas, para sustituir otras tecnologías térmicas más emisoras; y reclamó un marco económico adecuado para él, estable y que aporte rentabilidad a las inversiones.Miguel Antoñanzas, presidente de Viesgo, valoró que hacen falta dos cosas: "Que la sociedad entienda y abrace el cambio, algo que no está sucediendo, y que las empresas pongan soluciones a los consumidores para orientarlos con sus decisiones de gasto". Consideró que las redes son claves para que todos tengamos energía conectada, y pidió al regulador "incentivos" a la innovación, la digitalización y la automatización.