El comité de huelga del personal de tierra de Iberia en el Aeropuerto de Barcelona anunció ayer su intención de desconvocar la huelga prevista para el 30 y 31 de agosto como gesto para no complicar la operación retorno de las vacaciones, pero a las pocas horas dio marcha atrás aduciendo falta de compromiso por parte de la aerolínea.Representantes de la compañía y el comité de huelga se habían reunido este miércoles de urgencia convocados por la Generalitat para tratar de desencallar el conflicto que desde el pasado mes de julio ha provocado la cancelación de centenares de vuelos en El Prat, con hasta 35.000 pasajeros afectados en los paros del 28 y 29 de julio y del 24 y 25 de agosto, según UGT, con mayoría en el comité. Según el sindicato, la huelga del 30 y 31 de agosto puede afectar a 20.000 viajeros, y la aerolínea más afectada es Vueling, ya que es la que tiene mayor presencia en el aeropuerto.El portavoz de UGT, Omar Minguillón, explicó que Iberia se negó a aceptar la propuesta de creación de una comisión de seguimiento de los acuerdos por parte de la Generalitat de Cataluña, una medida que el comité sí había aceptado "como gesto de buena voluntad" para desconvocar los paros en el aeropuerto barcelonés. Minguillón criticó que la empresa "echó el freno" en plena negociación y contactó con la dirección en Madrid sin aportar información al comité, lo cual paralizó el diálogo y terminó con la decisión del comité de abandonar la reunión de mediación, según Efe.Por su parte, fuentes de Iberia señalaron a elEconomista que las exigencias de UGT en el aeropuerto catalán se están negociando en la mesa a nivel nacional y que no se puede hacer por cada zona de trabajo. Es una mesa de negociación en la que participa CCOO, que no respalda las movilizaciones, y la propia UGT. Dicho sindicato reclama en El Prat reducir la temporalidad del personal y modificar los turnos para mejorar los descansos.