Un simple recordatorio del Ministerio de Sanidad a las farmacias el pasado mes de mayo sobre la prohibición de dispensar sin receta dos de los medicamentos más vendidos: la caja de ibuprofeno 600 mg y la de paracetamol 1g ha producido un terremoto en el negocio de los principales laboratorios de genéricos en España. La noticia llegó a los medios de comunicación llegó de forma profusa y entonces la mayoría de las farmacias dejaron de dispensarlo como hasta ahora por miedo a las multas. Desde ese momento, la venta de estos analgésicos ha entrado en caída libre. Según los datos a los que ha tenido acceso elEconomista de la consultora hmR, la venta de la caja de 40 comprimidos de ibuprofeno 600 mg se ha desplomado hasta un 26 por ciento en este mes de julio en relación al mismo mes del año pasado. Este mes de julio se han vendido 1,2 millones de cajas de ibuprofeno 600 mg, hasta 450.000 unidades menos que un año antes.A quién más ha perjudicado este terremoto en las ventas del fármaco ha sido a los laboratorios de genéricos que operan en España, y sobre todo a las tres grandes compañías españolas de este sector: la navarra Cinfa, la madrileña Normon y la catalana Kern Pharma. Además, también estaban muy posicionadas en esta división de producto las multinacionales Mylan y Stada. Actualmente hay unos 20 laboratorios que compiten en las farmacias españolas por vender su ibuprofeno 600 mg de 40 comprimidos. Otros de los perjudicados, aunque no superan el millón de unidades al año como las anteriores son los laboratorios Pensa, Teva, Mabo, Ratio-pharm, Aristo, Alter, VIR o Sandoz. "La caja de ibuprofeno 600 mg de 40 comprimidos es el medicamento típicamente dispensado cuanto entras en la farmacia y pides ibuprofeno para un adulto para dolores generalizados, inflamación, resacas...", asegura Alexander Hang, director de la consultora hmR España, especializada en el sector farmacéutico. "Este producto ha tenido siempre unas ventas anuales parecidas, pero en el acumulado del año de 2019, hasta julio inclusivo, ya hemos visto que las farmacias dispensan un 9,3 por ciento menos de unidades de esta presentación comparado al mismo acumulado de 2018. Pero sin duda la caída libre empezó a final de mayo y principios de junio", afirma este experto.Estos dos fármacos contra el dolor hace tiempo que son de prescripción médica, por lo que ya era necesaria la correspondiente receta resguardo para su entrega por parte de la farmacia. Sin embargo, había boticas que no cumplían esta normativa en ocasiones (o frecuentemente, depende de la fuente a la que se recurra) y sí dispensaban estos fármacos sin la correspondiente autorización médica. Entonces, ¿qué cambió para que las presentaciones más vendidas de paracetamol e ibuprofeno se dejaran de vender sin receta? La llegada del big data. La puesta en marcha desde febrero del Sistema Español de Verificación del Medicamento (Sevem), un sistema inteligente que sirve para controlar todo medicamento que se dispense en una botica española así como las condiciones de su venta, impide ya que las boticas se puedan saltar la prescripción. Además, la ley establece que los farmacéuticos no pueden dispensar medicamentos de receta si el paciente no la entrega, arriesgándose a sanciones que van de los 3.000 euros a los 6.000 euros.Nuevas marcas en juegoCon el nuevo escenario, la rivalidad entre laboratorios también ha cambiado. A la vez que el ibuprofeno 600 mg de 40 comprimidos ha caído en 450.000 unidades, se ha producido una subida de unas 280.000 unidades en las presentaciones de ibuprofeno de libre dispensación que no necesitan receta, según los datos de hmR. Entre las marcas que más han crecido por esta cambio están el Espididol 400 mg y 12 comprimidos del laboratorio italiano Zambon; el Ibudol 400 mg y 20 comprimidos, de Kern Pharma; y el Ibufen de 400 mg y 20 sobres de Cinfa. El problema para el usuario es que estas versiones cuestan hasta cinco veces más que el ibuprofeno más demandado hasta ahora. Ibuprofeno Cinfa de 600 mg 40 comprimidos (con receta) cuesta 1,97 euros y su alternativa sin receta, Ibufen Cinfa de 400 mg para 40 comprimidos sería un total de 9,80 euros. "Ahora, los laboratorios de genéricos tendrán que invertir en crear una marca, como se hizo con Espidifen o Gelocatil, para intentar convencer al usuario de que su producto es el mejor y pagar más por él", asegura Hang.