Las entidades financieras que operan en España han barrido de sus balances casi 130.000 millones de euros en créditos impagados de todo tipo en menos de seis años, desde diciembre de 2013, cuando la morosidad alcanzó su máximo histórico, el 13,61 por ciento. En ese momento, los impagos acreditados por los bancos sumaban 197.045 millones de euros, frente a los 67.795 millones que recogen los últimos datos publicados -correspondientes al pasado mayo- para un volumen de crédito de 1,448 billones de euros, también muy superior a los 1,202 billones de mayo. De esta forma, la morosidad -indicador que determina la proporción de préstamos impagados sobre el total de la cartera crediticia- se situaba a cierre de mayo en el 5,64 por ciento, su nivel más bajo desde septiembre de 2010 y casi ocho puntos menor que el pico, el citado 13,61 por ciento. La mejora paulatina de la economía y del empleo, unidas a las refinanciaciones concedidas por la banca y las ventas de carteras dudosas a fondos de inversión han contribuido a conseguir esta caída de la mora.