Repsol se está adentrando en el uso de la tecnología de las naves no tripuladas –tanto las aéreas como las submarinas– para potenciar sus actividades y negocios, un ámbito que podría aportar un ahorro de unos 50.000 millones en el año 2024 a la industria del gas y el petróleo, según los cálculos de Barclays."La inspección de equipos en zonas de difícil acceso, el apoyo a operaciones en remoto, las tareas de vigilancia y seguridad y los trabajos de levantamiento cartográfico son las funciones en las que esta tecnología puede tener mayor valor para nosotros", considera Eva Gómez, digital advisor del Hub Blockchain, RPA & Experimentación Digital de Repsol.La valoración de la experta responde a las pruebas efectuadas con drones por la compañía petrolera presidida por Antonio Brufau, que esta ha divulgado recientemente.Con detalle, la firma señala que ha probado estos aparatos en la refinería de Puertollano para revisar 350 metros de tuberías, en una operación que habitualmente implica una parada industrial y exige instalar un andamiaje de elevado coste. Además, ha aprovechado para probar un algoritmo capaz de detectar la corrosión de forma automática.Igualmente, la empresa ha probado un vehículo autónomo submarino (AUV por sus siglas en inglés) para inspeccionar el pantalán del puerto de la refinería de Tarragona y la línea de tuberías de dos kilómetros de longitud que conecta la instalación industrial con los barcos.De acuerdo con un reciente informe de Barclays, el uso de aeronaves autónomas puede producir ahorros que alcancen globalmente los 100.000 millones de dólares en 2024 a las industrias del gas y el petróleo, la agricultura, las telecomunicaciones y las aseguradoras, con las primeras captando el 50 por ciento de las eficiencias y la reducción de costes.En otro orden de cosas, Repsol ha conseguido que las autoridades noruegas le prorroguen la explotación del pozo Rev, situado a 225 kilómetros de la costa, que opera con el 70 por ciento de la propiedad –el resto es de Petoro– desde 2007. El pozo, en declive, produce de un modo intermitente, y podrá operar hasta abril de 2021.