La CNMC ha autorizado a Enagás la adaptación de uno de los muelles de la planta regasificadora de Barcelona para que atraquen pequeños barcos metaneros, de 600 a 10.000 metros cúbicos de capacidad, y se desarrolle la actividad de bunkering con GNL, esto es, de suministro del combustible a las embarcaciones que lo consuman.Enagás prevé invertir unos 10 millones de euros en la adaptación de las actuales infraestructuras, que se construyeron en la década de 1960, y en montar el nuevo equipamiento ligado al bunkering. Estas modificaciones no supondrán un incremento de la capacidad de la regasificadora ni alterará la actividad de descarga de metaneros de gran tamaño –263.000 metros cúbicos– que se practica en la actualidad. A partir del año que viene entra en vigor una normativa de la Organización Marítima Internacional, que obliga a los barcos a reducir el contenido de azufre de su combustible desde el 3,5 por ciento actual hasta el 0,5 por ciento, y los armadores están apostando por crudos ligeros y por el GNL para cumplir. Ello implica que deben existir las infraestructuras que suministren el GNL a las embarcaciones, y Enagás, junto con Puertos del Estado y otras empresas, como Cepsa, Naturgy, Repsol, Endesa, Reganosa, están preparándose para aprovechar el nuevo negocio.