Las principales bolsas firmaron su segunda semana consecutiva de 'números rojos' ante un nuevo episodio de la guerra comercial al que se sumó Italia el viernes con una moción de censura que podría derivar en elecciones y que provocó un repunte en las rentabilidades de la deuda europeaNo estamos listos para lograr un acuerdo con China". Las palabras de Donald Trump, a primera hora de la tarde del viernes, enfriando la esperanza de un acuerdo comercial generaron una nueva dosis de nerviosismo en los mercados y fueron el colofón a otra semana de pérdidas. La última amenaza del presidente de EEUU llegó después de cinco sesiones de altibajos en las que la devaluación del yuan, las presiones a la Reserva Federal y la crisis política en Italia ante el riesgo de nuevas elecciones marcaron el devenir de las bolsas, con caídas semanales del 1 por ciento en Europa y Wall Street. El inquilino de la Casa Blanca avisó que la reunión prevista con la delegación china en Washington en septiembre "puede cancelarse", al mismo tiempo que aseguró que adoptar una posición dura contra Pekín es la única alternativa actual. "China está pagando por los aranceles", reiteró, dejando claro que los gravámenes actuales no corren a cargo del contribuyente estadounidense. El mandatario republicano volvió a criticar cómo el gigante asiático no ha cumplido con sus compromisos y defendió la influencia del dólar como divisa prioritaria a nivel mundial. Una vez más, Trump arremetió contra la Fed, asegurando que el país "está esposado" por la política monetaria del banco central estadounidense e indicó su deseo de que Jerome Powell y sus chicos reduzcan tipos en al menos un 1 punto porcentual, es decir, 100 puntos básicos. El presidente también dijo haber recibido una carta de tres páginas el jueves del líder norcoreano, Kim Jong-Un. Así las cosas, los principales índices del Viejo Continente encadenaron dos semanas consecutivas de pérdidas, agudizando el temor a que el cúmulo de frentes abiertos extiendan más las caídas. Como resultado de la inestabilidad política en Italia, después de que el ministro de Interior, Matteo Salvini, anunciase la ruptura del Gobierno de coalición con el Movimiento 5 Estrellas, la Bolsa de Milán fue la más penalizada de la semana, con un descenso superior al 3 por ciento. Le siguieron el Ibex y el Dax, que cedieron un 1,6 por ciento y un 1,5 por ciento, respectivamente. Por su parte, el EuroStoxx 50 se dejó algo más del 1 por ciento, y el Cac, un 0,6 por ciento. La situación no es nueva –durante meses se ha especulado con que el líder de la Liga iba a forzar la caída del Ejecutivo para salir fortalecido en unos futuros comicios–, pero la moción de censura pilló a los inversores europeos con el pie cambiado, más pendientes del toma y daca entre EEUU y China ante el peligro de que la disputa comercial acabe desatando una guerra de divisas (ver páginas 8 y 9) y de otros riesgos latentes como el Brexit y el riesgo a una recesión global.Al otro lado del Atlántico, el balance semanal que dejaron los indicadores, con datos a media sesión, era de un descenso del 1,4 por ciento para el Dow Jones y del 1 por ciento para el S&P 500 y el Nasdaq. Vienen más curvas Si algo ha quedado claro después de una semana de sobresaltos es que no es momento de compra, y pese a las subidas que experimentaron los índices el miércoles y el jueves, las bolsas perdieron el viernes gran parte del terreno ganado, "algo que refuerza nuestra impresión de que el rebote que tratan de desarrollar y que aún no podemos dar por concluido es muy vulnerable y previo a mayores caídas", insisten desde Ecotrader. Por análisis técnico, el S&P 500, la principal referencia de Wall Street, se mantiene a algo más de un 3 por ciento del soporte que presenta en los 2.800 puntos según los expertos del portal de ideas de inversión de elEconomista. De vuelta al parqué español, los valores más castigados en los últimos cinco días fueron ArcelorMittal y MásMóvil con pérdidas de más del 9 por ciento. La tensión en los mercados arrastró además a nueve compañías del Ibex 35 a mínimos del año, como fue el caso de Telefónica, Cie, Bankinter, Arcelor, Indra, Viscofan, Repsol, CaixaBank y Bankia (ver gráfico).Al otro lado de la tabla, solo ocho compañías del selectivo de referencia lograron salvar la semana en positivo, entre ellos, las utilities. Cellnex renovó máximos anuales en los 36,04 euros –tras anotarse una subida del 5,5 por ciento– y a punto estuvo de hacerlo también Ferrovial, tras avanzar más de un 3,5 por ciento. La inestabilidad política en Italia no solo provocó pérdidas en renta variable, donde los descensos de la banca arrastraron al sector europeo dejando un balance semanal con pérdidas del 4 por ciento, también removió al mercado de deuda que a lo largo de la semana vivió un camino de ida y vueltadespués de que los inversores se lanzaran a vender bonos. La rentabilidad de los títulos transalpinos se disparó ayer más de 27 puntos básico hasta el 1,806 por ciento. El rendimiento de la referencia española, que el miércoles reeditó mínimos históricos en el 0,17 por ciento se situó a cierre del viernes en el 0,261 por ciento, mientras que el del alemán se relajó hasta el -0,576 por ciento, con la prima de riesgo española creciendo hasta los 84 puntos básicos tras subir 5 puntos desde el jueves. La cara B de la moción de censura promovida por Salvini no pasó, de momento, factura a la divisa europea. De cumplirse el peor de los escenarios –que de los comicios resulte un Gobierno monocolor, populista y antieuropeista– la Comisión Europea tendría un problema con Roma, lo que para el mercado supondría invocar los viejos fantasmas de desintegración del euro. La moneda común terminó la semana con un avance del 1 por ciento frente al dólar y desde los mínimos anuales que tocó la semana pasada –1,1076 dólares– repunta un 1,3 hasta los 1,1222 billetes verdes. Petróleo en descenso Por otra parte, el petróleo tampoco escapó a los descensos. El barril de Brent, de referencia en el Viejo Continente, cayó más de un 5 por ciento, hasta los 58,64 dólares, y protagoniza ya una caída del 21 por ciento desde los máximos anuales que tocó en abril. Por último, el oro volvió a afianzarse por encima de la cota de los 1.500 dólares por onza, tras anotarse una subida del 4 por ciento en la última semana.