El excomisario José Villarejo, que se encuentra en prisión preventiva, denunció ayer que las "manos negras" que están "tirando de la manta" amenazan con poner "en la picota a compañías absolutamente estratégicas, como Repsol, Indra, Caixabank, Iberdrola, Santander, Grupo Planeta, Mutua Madrileña o Telefónica", después de que sus informes hayan llevado a BBVA a su mayor crisis de reputación, tras el escándalo de las supuestas escuchas ilegales.A través de su abogado, el expolicía asegura que "con 68 años cumplidos esta misma semana, y a punto de que pasen ya dos años desde que estoy de manera enteramente injustificada en prisión preventiva (un calvario cruento para mí), no solo espero ser resarcido por los daños enormes que se están produciendo a mi persona y a mi familia (despiadadamente golpeada) sino, igualmente importante, espero que la opinión pública, de forma generalizada, conozca más pronto que tarde la verdad que late tras esta burda mascarada".En uno de sus mensajes se pregunta: "¿cómo es posible que este camino suicida, irresponsable y alejado de cualquier principio elemental que tenga que ver con la impartición de Justicia ponga ahora en la picota a compañías absolutamente estratégicas y puedan sufrir el mismo destino, para alegría de la competencia extranjera y de esa extrema izquierda que atribuye al Ibex?".En el comunicado hace también alusión a BBVA, que a finales de julio fue imputado por los trabajos que le encomendó desde 2004 hasta 2017 y por los que recibió al menos 10 millones de euros. "¿De verdad compensa que una entidad bancaria, después de estar perdiendo millones de euros en bolsa y con el barro llegándole de momento a las rodillas, se haya puesto en riesgo a ojos de las más importantes instituciones nacionales e internacionales por el simple capricho de quienes inventaron un espionaje que nunca existió?", indica.Y, por último, ataca a los ministros del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por su etapa anterior como juez, y a su compañera de Gobierno, Margarita Robles -hoy responsable de la cartera de Defensa-.En la misma nota sostiene que "nadie me verá postrado ni arrodillado; mi defensa, a mi avanzada edad, es ya la causa de mi vida. Y la prepararé antes o después desde mi propia casa, con los míos". Villarejo añade que todo esto "a pesar de que, en prácticas más propias de un repugnante Estado totalitario, y hasta hoy, se sigan controlando todas mis comunicaciones".