En solo dos años, Dia ha pasado de ser una de las compañías de la bolsa española con un free float más elevado –por encima del 97 por ciento– a que solo un 25 por ciento de su capital cotice libre en el mercado. Y esto ha terminado minando el volumen que mueven sus accionistas. Desde que LetterOne se hizo formalmente con el 69,75 por ciento del capital el pasado 23 de mayo, gracias al éxito de su opa, la negociación diaria de Dia en bolsa se ha reducido considerablemente. De media, cada día del mes de junio la cadena de supermercados movió en el Continuo unas 844.000 acciones. Y ya en julio, la cifra cayó a la mitad, hasta los 476.000 títulos por sesión, según datos recogidos por Bloomberg. En esta media no se incluye la jornada del 2 de julio, cuando los inversores negociaron 254 millones de acciones, sin una explicación aparente. Aquel día, la compañía cerró en los 0,531 euros, con una subida del 0,19 por ciento. La media de negociación diaria en los meses de junio y julio, con el 70 por ciento del capital cautivo en manos de Mikhail Fridman, supone 5,5 veces menos que los volúmenes alcanzados en el segundo trimestre del año; 8,4 veces inferior si se compara con el primer trimestre; y habría que multiplicarlo por más de 24 veces para alcanzar los volúmenes históricos de negociación que Dia protagonizó de octubre a diciembre del año pasado, en el punto más crítico de su reciente crisis (ver gráfico). Justo a mediados de octubre del año pasado, la compañía –entonces capitaneada por Antonio Coto, que duró poco más de dos meses en el cargo como consejero delegado– presentó un profit warning que dio la estocada definitiva al precio de su acción. El 15 de ese mes los títulos de Dia se desplomaron un 42 por ciento, hasta los 1,09 euros. Cuando quiso cerrar el mes de octubre, Dia había perdido en quince días un 65 por ciento. La volatilidad de sus acciones disparó también el volumen de negociación en octubre por encima de una media diaria de 20 millones de acciones por sesión, el doble de lo que venía haciendo Dia los meses anteriores y un máximo histórico de la compañía hasta la fecha. En diciembre del año pasado, el mes en el que Dia adelantó que tendría pérdidas para 2018, reajustó las cifras de ese ejercicio y también de 2017 ante algunos agujeros contables y anunció una ampliación de capital –por entonces, de 500 millones de euros según la intención del anterior consejo de administración– ha sido, hasta el momento, el segundo mes de mayor negociación diaria de Dia, hasta superar los 15,3 millones de títulos. El 31 de diciembre las pérdidas para el inversor de Dia desde el 15 de octubre rozaban el 76 por ciento con los títulos en 46 céntimos. Los 16 millones diarios de acciones que, en promedio, se negociaron el último trimestre de 2018 han ido decreciendo hasta hoy. Fueron 5,5 millones de enero a marzo –a pesar del repunte de febrero, mes del anuncio de la opa (ver gráfico)– y 3,6 millones de abril a junio. Ya en junio cayó a 0,84 millones de títulos al día; 0,47 milloens en julio; y hasta los 0,25 millones de acciones diarias que es la media de las cinco sesiones que ha habido en el mes de agosto.La acción, en mínimosLos títulos de Dia recuperaron ayer los 51 céntimos, después de subir en la sesión un 0,43 por ciento. La cadena de supermercados cotiza en zona de mínimos desde que Letter-One anunció su opa el pasado 5 de febrero, lo que implica un descuento del 24 por ciento respecto a los 67 céntimos ofrecidos por el magnate Mikhail Fridman en la operación. No obstante, la acción está todavía un 19 por ciento por encima del precio al que cotizaba el día previo a la opa, el 4 de febrero, sobre los 43 céntimos. La imputación de Fridman, sin embargo, ha pasado sin pena ni gloria por la cotización de la compañía, que desde que empezaron a caer las bolsas el viernes pierde un 3,6 por ciento, frente a la caída del 3,2 por ciento del Ibex 35.