El Gobierno japones ha quitado a Corea del Sur su estatus de socio comercial preferente, una medida que ahonda la crisis diplomática bilateral y que podría tener un impacto negativo en las economías de estos países vecinos.La decisión, aprobada esta semana, amplía las trabas que Tokio aplica desde comienzos de julio a los materiales químicos básicos que adquieren compañías surcoreanas para fabricar pantallas y chips de memoria. La Bolsa de Seúl cayó ayer a su peor nivel en siete meses y cerró por debajo de la barrera psicológica de los 2.000 puntos debido al recrudecimiento de la tensión comercial entre Estados Unidos y China, y su propio contencioso con Japón.El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio perdió, por su parte, más de un 2 por ciento en el primer tramo de negociación, tras anuncia las restricciones comerciales a Seúl y conocerse los nuevos aranceles de EEUU a China.Más de un millar de productos nipones se verán afectados, lo que afectará a industrias surcoreanas clave como automóvil o petroquímica y se suma a las limitaciones similares que Japón impuso antes a otros materiales empleados, sobre todo, por el sector tecnológico del país vecino. La decisión de Japón, que entrará en vigor el próximo 28 de agosto, supone un paso más en el deterioro de relaciones bilaterales que atraviesan su peor momento en décadas.En Seúl se teme que las restricciones niponas que entraron en vigor en julio bloqueen el suministro de materiales y componentes para la producción de memorias RAM, cuya cuota de mercado global corresponde en un 70 por ciento a empresas surcoreanas, y a la propia economía nacional, cuyo músculo exportador depende en un 25 por cientode los semiconductores.Ello supondrá que Corea del Sur deje de tener acceso a procedimientos simplificados para la compra de materiales y tecnología de origen japonés susceptibles de uso militar, estatus del que disfrutaba Seúl desde 2004.