Liberbank sigue abierto a una fusión a pesar del fracaso de intento de integración con Unicaja. El consejero delegado de la entidad, Manuel Menéndez, aseguró ayer durante la presentación de resultados del primer semestre ante los analistas que una consolidación es positiva para crear valor a los accionistas y generar sinergias que impulsen la reducción de costes. Menéndez reconoció que la fusión con Unicaja no salió a adelante por diferencias con el precio. Ambas entidades anunciaron el pasado 14 de mayo la ruptura de las negociaciones para su unión por diferencias en la ecuación de canje, es decir, por el reparto de poder en el nuevo grupo resultante. Mientras la entidad andaluza buscaba controlar en torno a un 60 por ciento de la entidad fusionada, el grupo asturiano perseguía tener entre el 45 y 47 por ciento del control. Asimismo, Menéndez reconoció que no quería oír hablar de Abanca como novio para una integración. La entidad que encabeza Juan Carlos Escotet también intentó hacerse este invierno con Liberbank mientras esta estaba en plenas negociaciones de unión con Unicaja, pero finalmente, nunca llegó a presentar una Oferta Pública de Adquisición (OPA) formal. Operaciones financierasLiberbank cerró junio con un beneficio de 73 millones, un 14 por ciento menos que hace un año. El descenso se debe al menor resultado de operaciones financieras, por el que ingresó 16 millones, frente a los 30 millones de 2018. El margen de intereses se elevó un 4,1 por ciento, hasta los 230 millones, y las comisiones cedieron un 2,6 por ciento, hasta los 90 millones, dejando un margen bruto de 174 millones, un 6,5 por ciento menos. Los gastos de explotación cayeron un 6 por ciento, a los 174 millones. El grupo cerró el semestre con 2.700 millones de activos improductivos, un 56 por ciento menos. La ratio de mora se situó en el 4,1 por ciento, 2,63 puntos porcentuales menos que hace un año y la ratio de solvencia CET 1 fully loaded, se estableció en el 12,8 por ciento, 0,6 puntos porcentuales más.Los recursos de clientes se incrementaron un 4,9 por ciento, hasta los 30.971 millones de euros, con un aumento de los recursos en balance del 5 por ciento, impulsado por los depósitos a la vista, que alcanzaron los 17.337 millones y un crecimiento de los de fuera de balance del 4,6 por ciento, provocado principalmente por la evolución de los fondos de inversión, que crecieron en un 10,4 por ciento.