El expresidente de BBVA durante dos décadas, Francisco González (FG), ha roto su silencio siete meses después de que saliera a la luz el escándalo de espionaje y un día más tarde de que el juez de la Audiencia Nacional haya imputado a la entidad por cohecho, descubrimiento y revelación de secretos y corrupción en los negocios. González emitió ayer un comunicado en el que se desmarca totalmente de la contratación del excomisario José Manuel Villarejo para realizar presuntas labores de espionaje al asegurar que se enteró por la prensa de que el banco trabajó con las firmas del expolicía. "En mayo de 2018, nada más tener conocimiento a través de lo publicado en un medio de comunicación de la contratación de la empresa Cenyt, vinculada al excomisario Villarejo, por parte del banco, impulsé una investigación interna para identificar cualquier actuación irregular que se hubiera producido", aseguró FG en su comunicado. El expresidente de la entidad reconoce que después, en enero de 2019, y tras conocerse el presunto encargo al excomisario para evitar que Sacyr se hiciera con un paquete de acciones de la entidad para acceder al consejo de administración, su sucesor Carlos Torres refuerza esta investigación encargando un informe forensic a tres firmas independientes. Es decir, a la consultora PwC, y a los despachos de abogados Uría y Garrigues. Defensa a los directivosAsimismo, González deja entrever en su comunicado cómo culpa de la contratación del excomisario a algún directivo en concreto y no al banco y a su cúpula al completo. "Considero muy importante afrontar la investigación abierta con total transparencia y ayudar a deslindar posibles actuaciones individuales de carácter irregular, si las hubiera, de la actuación del banco en su conjunto", señala. FG defiende que el papel de la entidad ha sido siempre "intachable" y con un cumplimiento "por encima de lo exigible" en materia de gobierno corporativo y cumplimiento normativo. La defensa del expresidente del banco a los directivos del mismo llegó a la par que se conocía que el juez apunta en su investigación a que la cúpula conoció y consintió la contratación del excomisario por el beneficio personal y empresarial que le reportaba (ver página anterior). Interés en ayudar al juezGonzález asegura que desde que se abrió la primera pieza contra BBVA siempre ha estado "máximamente interesado" en colaborar con la Justicia con la mayor transparencia y objetividad posible para poder identificar y esclarecer lo más rápidamente las posibles irregularidades que se hayan podido producir dentro de la entidad. No obstante, el expresidente de la entidad mostró su "mayor confianza" en la entidad, en sus órganos de gobierno, en sus profesionales y, también en la Justicia que "esclarecerá cualquier actuación contraria a la seguridad". Por otro lado, FG reiteró -como ya indicó BBVA la semana pasada- que el banco ha colaborado desde el primer momento con la investigación y ha aportado toda la documentación en su poder, incluidos resultados del profundo y exhaustivo informe forensic.