El beneficio de Ryanair ha caído un 21 por ciento en su primer trimestre del año (abril-junio), por el descenso del precio de los billetes y el alza de los costes laborales y del combustible. En concreto, la guerra de precios ha llevado a la compañía a registrar una caída del 6 por ciento de la tarifa media, hasta los 36 euros, desplome que ha podido compensar con el aumento del 14 por ciento de los ingresos extra o ancillarys (selección de asiento, embarque prioritario). Así, el ingreso por pasajero se ha mantenido estable en los 55 euros.Ryanair no ha dudado en señalar a Lufthansa y al Brexit como los responsables de que el ambiente de tarifas bajas se haya recrudecido en un momento en el que la demanda se está enfriando."Los dos mercados más débiles fueron Alemania, donde a Lufthansa se le permitió comprar Air Berlin y está vendiendo este exceso de capacidad a precios por debajo del costo, y el Reino Unido, donde las preocupaciones por el Brexit influyen negativamente en la confianza y el gasto", asegura la firma. Pese al descenso de las tarifas, que se mantendrá al menos hasta septiembre, Ryanair ha incrementado un 11 por ciento sus ingresos, gracias al aumento del 11 por ciento tráfico de pasajeros y al alza del 27 por ciento de los ingresos extra, que ya suponen el 34 por ciento de los 2.312 millones facturados. Una mejora que no ha conseguido compensar el incremento del 19 por ciento de los costes, que se han situado en los 2.037 millones.